No, no es una frase sacada de una apasionante discusión gastronómica entre colegas…
Es una frase que destaca un hecho. Y es que en el restaurante Norte, en Barcelona, se come muy, pero que muy bien.
Las propietarias de este restaurante esquinero de l’Eixample (Diputación con Bruc) son Lara Zaballa y María Gonzalez. Se conocieron en 2005 mientras trabajaban en el restaurante del hotel Omm y se hicieron amigas. En sus mentes empezó a gestarse la posibilidad de abrir algo juntas. Ambas se compaginan a la perfección, cocina y sala o sala y cocina. ¡Tandem perfecto! Pero no fue hasta el 2011 cuando hicieron realidad su proyecto de vida.
En el Norte se cocina, así lo destacan en sus redes sociales. Y cuando vayas (porque si aún no has ido deberías…) no podrás estar más de acuerdo. Platos ricos, con productos de temporada y con mucho sabor. De estos que te dejan un par de días pensando en ellos, como cuando vas al cine y sabes que has visto una buena peli porque al paso de los días vas recordando momentos de la proyección.
Ya desde el 2016 cuentan con la ayuda en los fogones de Albert Cobo, también ex-compañero de Lara, y juntos hacen un trío imbatible.
La atención que prestan a cada detalle y su amabilidad, prácticamente solo es visible en negocios donde los propios dueños son los que están al pie del cañón. ¡Chapó! (sí, se escribe chapeau, pero no suena igual y además la RAE ya lo contempla… No como cocreta que si lo dices así no tienes credibilidad ninguna, lo siento).
Y hablando de “cocretas”, la croqueta de gamba del Norte pasa a formar parte del TOP croquetas imprescindibles de Barna. Lara comenta -entre risas- que una vez la quitaron de la carta y debido a la demanda popular la tuvieron que volver a añadir.
Su plato de verdura de temporada es una oda al buen comer, lo tiene todo (¡papi!); sano, sabroso, equilibrado, de KM0 (compran las verduras en el mercado de la Concepción, en “Fruits Molins”), bonito,… Este es el plato que deberían dar en todas las escuelas al menos una vez a la semana para que los niños dejen de decir que no les gusta la verdura.
Tortilla de bacalao, merluza a la romana, soldadito de sardina ahumada, pescados del día, mollete de faisán escabechado, selección de quesos de Quique Ojanguren (productores y proveedores locales con nombre propio como reza su carta) y un bocadillo de calamares (no el típico de Madrid, sino el típico que hacen en Galicia) que al terminarlo, ya fantaseas sobre cuándo volverás a hincarle el diente y con quién.
Y la carta sigue…con un montón de bocados que han hecho que el vecindario se rinda antes los pies de las reinas del Norte.
Durante la pandemia resistieron el envite gracias a la solidaridad de los clientes asiduos (de esos que cuando entran los saludan por el nombre y ya saben de antemano qué van a pedir) que no duraron un segundo en apoyarlas económicamente, a través de una acción que sacó El Tenedor; “Salvemos a los restaurantes”. – BTW gran iniciativa.
¿Qué más se puede decir de este maravilloso lugar? Pues nada, pasen y coman.
Carrer de la Diputació, 321, 08009 Barcelona
Horario: de lunes a viernes de 8:00h a 16:00h.
Ticket medio: 25-35
Texto: Khaled Abbas Marcet
Fotos: Tània Depares y Patricia Esteve