¿Crees que es posible convertir un simple almacén en un templo de alta gastronomía? Si opinas que no, pregúntaselo al Restaurante Tragaldabas donde, tanto para los comensales como para el propio chef, está prohibida la monotonía.
La Calle Mallorca 96 tiene el honor de acoger al Restaurante Tragaldabas desde finales de 2019 y, es probable que sea uno de los restaurantes más divertidos en cuanto al juego producto – carta ya que Pablo Romero, el chef, no quiere ni aburrirse ni aburrirnos.
Aunque Tragaldabas tiene una carta fija de temporada, el resto de sus platos van cambiando según el día. Y es que es tanta la imaginación y la capacidad de improvisación de Pablo, que cada semana juega con diferentes productos a través de los cuales construye platos que puedan sorprender al cliente.
Plateselector ha tenido la suerte de probar en primera persona la magia que se lleva a cabo en esta cocina, conquistando todos nuestros sentidos. Antes de saber cómo nos ha deleitado Tragaldabas, deberíamos contarte que si eres esa clase de persona que va a un restaurante y quiere probar el máximo número de platos posible, Tragaldabas se compromete a crear un menú degustación a medida que, sobre todo, se adapte a tus gustos.
Ahora sí, ha llegado la hora de la verdad y el momento en el que se te hará la boca agua. Los primeros platos ya nos indicaron que nos esperaba un verdadero show, porque la gilda grande con anguila ahumada y las croquetas de txangurro fueron los entrantes perfectos para abrir boca. Después, llegó el tartar de atún con trufa, que literalmente se deshacía en la boca, la pizzeta a la brasa con setas de temporada, queso comté y trufa rallada hecha con una base crujiente y un factor elemental como es un buen queso y las patitas de bogavante a la andaluza con patatas paja y huevo frito, rehaciendo una receta tradicional como son los huevos rotos con patatas llevándola al next level.
Sin duda, una combinación perfecta con la que nuestras caras cambiaban con cada bocado, deberíais de habernos visto. Por si esto fuera poco, Pablo preparó un arroz individual (sí, es una fantasía que los preparen para una persona) de rape y cigalas, sobra decir que con el arroz en su punto y con un sabor a mar llevado al “next level”.
Y como no, el postre: Panna cotta con helado de banana, caramelo salado y chip de plátano, muy cremoso y con el equilibrio perfecto entre dulce y salado, con un toque crujiente súper necesario y acertado. Además, la presentación no te dejará indiferente, no solo de este plato si no de todos ellos.
Además, todos sabemos que el ambiente es casi igual de importante que el producto y, como no podía ser de otra manera, el de Tragaldabas es impresionante. Está claro que cada detalle está medido al milímetro y que, por si fuera poco, existe un pequeño comedor privado para poder disfrutar de reuniones gastronómicas con familia, amigos o con compañeros de empresa. Y ojo, porque la música que suena de fondo es apta para todo tipo de oídos y perfecta para disfrutar de una comida tranquila.
Dirección: Carrer de Mallorca 96, 08029, Barcelona
Horario: De martes a jueves de 13:15 a 17:00 y de 20:15 a 00:00. Viernes y sábado de 13:15 a 17:30 y de 20:15 a 01:00
Texto: Claudia Menes