Cada vez damos más importancia a conocer lo máximo posible sobre el producto que compramos, su trazabilidad, no sólo de dónde viene sino cómo se produce. Con las nuevas tecnologías que disponemos hoy en día, no sólo tendremos esa información, sino que iremos mucho más allá. Será posible conocer el estado en el que se encuentran los alimentos. Se tratará de un envasado inteligente que mediante la etiqueta y el color nos alerte de sus condiciones.
Por lo general, estos envases suelen contar con indicadores de temperatura, de crecimiento microbiano y de gases. Acostumbran a ser etiquetas que van pegadas en los paquetes y que cambian de color cuando se producen variaciones en el producto. Con variaciones no nos referimos sólo a su estado final, sino a cualquier anomalía surgida durante el proceso de transporte y/o conservación. Los indicadores nos alertarán del estado en el que se encuentra el producto y también de posibles riesgos para salud.
Allá por el año 2000 estos envases inteligentes ya habían sido inventados, pero debido a los altos costes de producción no era rentable su implementación. A día de hoy sería mucho más fácil y más barato producirlos, según comenta el centro tecnológico Ainia. No debería resultarnos extraño, que dentro de pocos años, por fin vengan para quedarse en nuestras vidas.
Texto: Elena Olaran
Fotos: Eli Apezteguía y Lazy Mom (Foto cabecera)