Es muy posible que si te encuentras paseando por la quai de Valmy a la hora de la comida, acabe llamándote la atención este pequeño local de manteles de cuadros rojos. Nos encontramos a las puertas de Épicerie Musicale, el que probablemente sea uno de los locales italianos más auténticos de París. A medio camino entre un restaurante, una épicerie (venta de quesos, charcutería y conservas) y una biblioteca infinita de discos de vinilo. El ambiente cálido de este singular espacio, con sus muebles recuperados y su vista privilegiada sobre el Canal Saint Martin, nos envuelve desde el principio.
Emiliano, el dueño, nos saluda desde detrás del mostrador. Aunque este italiano es arquitecto de formación, decidió que quería cambiar de aires tras una temporada viviendo en Barcelona. Animado por su entonces socio francés y su amigo Lino (periodista gastronómico experto en quesos y charcutería), hizo la maleta y se mudó a París para abrir las puertas de Épicerie Musicale, hace ya cuatro años. Emiliano explica que la idea que se esconde tras el menú de l’Épicerie es la de ofrecer una «cocina degustación» con los productos que se pueden comprar allí mismo. Es por esto por lo que l’Épicerie no tiene cocina, sino un espacio abierto en el que Emiliano elabora la mise en place de los platos de la carta. «Ofrecemos una cocina artesanal y tradicional, con una gran cantidad de productos calabreses», afirma.
Cuentan con un menú fijo, con tres tipos de ensalada a elegir como entrante, cuatro platos principales que cambian a diario (los clásicos platos de pasta, gnocchi de patata al pesto, piadina con pancetta y champiñones, una deliciosa focaccia o su famosa salchicha calabresa, son algunas de las opciones) y varios postres caseros o helado. Si tenéis la suerte de encontrarla ese día en el menú, no podéis dejar de probar la lasaña de ragú, la ensalada de burratta (la suya está entre las cinco mejores burrattas de París), o la mousse de chocolate y avellana. Por las noches ofrecen el clásico apéro francés y un menú brunch, los domingos al mediodía. Pero, sin duda, el alma de Épicerie Musicale es la gran variedad de productos italianos que han puesto al alcance del público parisino. «Lo más importante de nuestra oferta es que hacemos la selección directamente en Italia, principalmente con productores de la Toscana y de Calabria». De entre ellos, aseguran que los más populares son el guanciale (el corte del cerdo con el que se elabora tradicionalmente la receta de la carbonara) y el prosecco, para la bebida en sus noches de aperitivo.
Recientemente han ampliado su oferta con una gran selección de productos «bio» gracias a un conocido distribuidor italiano que trabaja con pequeños productores. Galletas, chocolate, café, mermelada, salsas o varios tipos de pasta son algunos de los productos recién llegados a l’Épicerie.
Y puesto que entrar en Épicerie Musicale implica sentirse acogido por el trato familiar por parte del equipo, lo mejor que podemos hacer es dejarnos aconsejar por los camareros, disfrutar de la auténtica comida italiana y, si podemos, volver a casa con unas lonchas de queso o de prosciutto bajo el brazo.
55 bis Quai de Valmy, 75010 París
Teléfono: +33 751653802
Horario: De martes a viernes, de 12:00 a 15:30 y de 17:00 a 21:00; sábados y domingos, de 12:00 a 16:30 y de 18:00 a 21:00.
Precio aproximado: Entre 15 y 25 euros.
Texto y fotos: Naiara Reig