A 700m de altura, a principios de octubre, la Toscana se llena de olores, colores y sabores. Tras un día completo de carrera en bicicleta los vecinos reciben a los ciclistas de L’Eroica con embutidos, pasteles, quesos, pastas y fiesta. Esta histórica carrera reúne cada año a sus participantes para recorrer los caminos de gravia de Gaiole hasta Montalcino sobre antiguas bicicletas restauradas.
Fue esta carrera lo que inspiró a Graciela (propietaria del Taller de Pastas) y Miguel (amante del ciclismo) a abrir Eroica Caffè en Barcelona. Convirtiéndose así en el nuevo HUB del ciclismo en la ciudad condal. Pero no solo eso, también un taller de reparaciones, un restaurante en el que disfrutar de una gastronomía italiana de primera calidad y por sobre todo, un espacio en donde cualquiera se encuentre a gusto.
Para levantar los cimientos de Eroica Caffè fue necesario primero tirar abajo todo lo que había, por ello aún pueden verse las “heridas” del antiguo edificio. Todo esfuerzo valió la pena para adaptar el espacio a las necesidades de sus propietarios y para que los clientes puedan disfrutar ahora de todo lo que tienen para ofrecer sus amplios y transversales espacios.
A la cabeza de la cocina está la chef siciliana Antonella Messina, formada en el restaurante Uliassi que cuenta ya con tres estrellas michelin. A su cargo corre la elaboración de recetas tan deliciosos como el paccheri de berenjena con ricota, un plato perfecto para aquellos que disfrutan de la combinación de una textura suave y un sabor contundente.
La relación de Graciela y Miguel con sus proveedores es muy estrecha, ya que muchos de ellos también comparten su pasión por el ciclismo. Pero sobre todo porque procuran controlar la trazabilidad de todos los productos que desde L’Eroica no puedan elaborar. Por ello cuentan con frutas y verduras provenientes directamente desde Molins de Rei, helados de DelaCrem, café de especialidad de Honduras, cervezas artesanales escogidas especialmente por ellos y vinos catalanes e italianos entre los que encontraremos opciones veganas y ecológicas.
A la hora del vermut, podemos optar por el surtido de fritos sicilianos y disfrutar del crocchè (croquetas de patatas, huevo y menta) y la panelle (una fritura elaborada a partir de polenta de garbanzos y menta) las piedras angulares del street food italiano.
Pero si lo que queremos es disfrutar de un almuerzo completo lo mejor es comenzar por el carpaccio de carne con olivas negras, alcaparras, salsa de tomate y nueces. Una combinación de sabores y texturas que encajan a la perfección y nos trasladan a la Toscana de un bocado. Podemos continuar con el plato estrella de l’Eroica, el plin de carne, una pasta típico de la región de Piamonte que tradicionalmente se sirve sola o con salsa. Pero nuestra recomendación es probarlos en caldo de carne, que resulta diferente, más intenso y sabroso.
Obligatorio dejar lugar para el postre. Los más tradicionales podrán ponerse las botas con un cremoso tiramisú o disfrutar de un auténtico cannolo italiano digno del padrino de la mafia. Para los golosos nada como el bizcocho de limón con crema y trocitos de chocolate, perfecto acompañante de un ristretto.
Aunque abrió sus puertas hace tan solo pocos meses, Eroica Caffè ya se ha hecho un lugar entre los mejores restaurantes italianos de la ciudad. Posiblemente por ofrecer productos de primera calidad, a precios accesibles y en un espacio original, en el que todo el mundo se siente a gusto y encuentra su lugar.
Carrer del Consell de Cent, 350. Barcelona.
Precio medio: 20€
Horario: lunes, miércoles y jueves de 09:00 a 20:00hs. Viernes y sábado de 09:00 a 24:00hs. Domingo de 09:00 a 17:00hs. Martes cerrado.
Foto: Kath Behrens
Texto: Micaela Álvarez