¿Es necesario tirar comida? Gracias a una ley aprobada por el Senado francés el pasado mes de febrero, al menos en Francia ya no, y es que es el primer país del mundo que ha prohibido tirar o destruir la comida que los grandes supermercados no vayan a vender.
Según las cifras del Ministerio Francés de Medio Ambiente, los franceses desechan 20 kg. de comida por persona y año, cosa que cuesta entre 12.000 y 20.000 millones de euros anualmente. Aunque de momento la ley sólo se aplica a los supermercados de más de 400 metros cuadrados, éstos están obligados a firmar antes de julio, convenios de colaboración con organizaciones benéficas y bancos de alimentos, para donar estos alimentos a los más necesitados, o para su uso como alimentación animal y/o compost agrícola. El incumplimiento de esta normativa, puede suponer multas de hasta 75.000 euros o incluso, dos años de cárcel.
Pero Francia no es el único país que es consciente de este problema actual, y es que en Dinamarca, concretamente en Copenhague, se abrió hace poco un supermercado llamado Wefood, que vende productos caducados o con algún fallo en el etiquetado o en el embalaje. Esta iniciativa está impulsada por la ONG DanChurchAid (DCA), y según sus cálculos, cada año se tiran o se destruyen 700.000 toneladas de comida en este país. Este establecimiento está teniendo mucho éxito, ya que los productos tienen entre un 30% y un 50% de descuento respecto a su precio normal, y no sólo las familias más pobres van allí a comprar.
El hambre y la pobreza afectan a cada vez más personas en el mundo, pero en España por ejemplo, los supermercados tienen prohibido por el Ministerio de Sanidad, donar los alimentos frescos que ya no van a vender a los bancos de alimentos o comedores sociales porque, según ellos, éstos no disponen de las infraestructuras necesarias para su distribución y mantenimiento, como furgonetas frigoríficas o cámaras refrigerantes. Según los datos estimados del Ministerio de Agricultura y la Federación Española de Bancos de Alimentos (Fesbal), cada año se tiran más de 50.000 toneladas de comida fresca a la basura, cuando podrían alimentar a unas 43.000 familias de cuatro miembros durante todo un año.
Otro tema es el de los productos no frescos, que muchos supermercados tiran en sus contenedores cada día por la noche, en vez de donarlos. Si bien es cierto que muchos de ellos sí siguen esta iniciativa, otros muchos no lo hacen y prefieren tirar la comida, porque en España, no hay ninguna ley que prohíba tirar comida a los contenedores (aunque algunas normativas sí prohíben recogerla). No es el caso de una cafetería de Oviedo, que el año pasado decidió hacer un experimento, dejando los pinchos y bocadillos de día que le sobraban en la entrada del bar, al cerrar por la noche para quién los necesitara. Esta iniciativa tuvo tanto éxito que para la Cafetería Positano ya es algo habitual y desde entonces, cada día por la mañana, el propietario se encuentra la caja de pinchos vacía.
Texto: Olga Gallego
Fotos: Wefood, Roser Villalonga, Mikkel Østergaard, Jorge París, Cafetería Positano.