Bien es cierto que, a pesar de su reciente apertura, han sido ya varios los sábados que Fat Barbies está completamente lleno, siendo esto una clara señal de la calidad gastronómica que esconden sus puertas. No obstante, quedarse ahí, medirlo únicamente con esta variable no es suficiente. Y es que este local merece ser comentado más allá, incluir otros muchos condicionantes que hacen de él lo que realmente es: un fenómeno gastronómico.
Todo Fat Barbies gira entorno a un concepto sólido y fuerte: fuego, humo y llamas. Una vez pasas su puerta y entras, Fat Barbies te introducen en su mundo. Como leña al fuego, casi sin elección, te arrojan a sus deliciosas llamas.
Este nuevo restaurante desprende destellos creativos y regala aromas entrañables, así como alguna que otra reflexión. Como la ocasionada fruto de su propio nombre: “Fat Barbies”: la ironía hecha genialidad. El prototipo social de muñeca “Barbie” distorsionado con el nombre de un restaurante de barbacoa, dando pie a cavilación en más de una cabeza. Aunque en realidad, esta divertida ironía es simplemente la traducción coloquial de “barbacoa” en ingles… hecho que lo hace todavía más interesante.
Su comida sigue la filosofía slow food, es decir, largos tiempos de cocción a temperaturas bajas. Cocción que se hace obvia cuando quedan completamente separadas la carne del hueso, y sin querer uno se queda con la costilla completamente limpia en la mano. Desunión resultado del maravilloso tratamiento del producto. Las carnes de Fat Barbies no tienen prisa, y es que no hace falta tenerla para ser las mejores.
Cuando nos hablan de barbacoa, escasa es la gente que pensaría directamente en cebollas o zanahorias. No obstante, los principales protagonistas de este rompedor restaurante son la carne y las verduras, por lo que se trata de una barbacoa apta también para vegetarianos.
Su concepto no sólo está presente en la comida, sino en absolutamente todo lo que le rodea. El local en su totalidad es diseño propio: fueron ellos mismos quienes diseñaron la parrilla para adaptarla a sus necesidades y las del espacio, el logo un esbozo propio, para los bancos fue un carpintero, así como para los taburetes un herrero quien obró su magia, todo bajo la voluntad e imaginación de los hermanos que regentan este local.
Cocciones basadas en la parilla de productos de cercanía y calidad: Zanahorias con mole y pipa de calabaza, ensalada de canónigos y cebollas tiernas, patata horneada con crême fraîche y sobrasada, col con tomatina picante, costillas, encurtidos, inumerables kombuchas, mostaza encurtida, smore flambeado al momento en mesa como terminación en sala… Todo delicioso y sin pero alguno. Pero está claro que no es lo mismo leerlo, que probarlo. Someted a su propio juicio estas reflexiones, y las expectativas se verán, con casi total certeza, superadas.
El fuego es así, ama a quienes no le tienen miedo. Y definitivamente, a Fat Barbies lo adora.
Teléfono: 932 45 31 80
Dirección: Carrer de Bailèn, 83. Barcelona
Horario: Todos los días de 13:00-16:30 / 20:00-23:30
Texto: Estefanía Garcés
Fotografía: Ruth López