Entrar en Frankie Gallo Cha Cha Cha es como aparecer en “el país de las maravillas” de la Alicia de Lewis Carroll. Uno se adentra en un mundo peculiar, habitado por curiosos personajes, animales macabros y criaturas de neón, que conviven en un espacio industrial de incontables salas y rincones, en el que no todo tiene sentido, pero donde no dejas de sorprenderte.
Depende del día que les preguntes, y como si fueran el Sombrerero Loco, te responderán historias diferentes sobre el origen de su nombre. La versión que usaron el día que estuvimos con ellos fue que el resultado se obtuvo al sacar papeles de un vaso. Lo que parece bastante claro es que la unión de los tres impulsores del proyecto, los hermanos Colombo –Xemei, Bar Brutal, Can Pizza- y José Parrado -Terraza Martínez-, tuvo que producirse en un entorno festivo -¿tal vez como la fiesta del té del libro de Carroll?-. Y esa misma situación es la que se ha acabado trasladando a Frankie Gallo Cha Cha Cha, un proyecto que se distingue por sus pizzas y sobre todo por su filosofía del “ven a pasártelo bien”.
Para la elaboración de sus pizzas, parten de unas harinas ecológicas procedentes de Padua molidas a la piedra, sin refinar. En una zona similar a un laboratorio, el pizzaiolo romano Lorenzo “Lollo” Vuoturni, cual doctor “Frankie-nstein”, se dedica en cuerpo y alma a dar vida a las masas de fermentación lenta -72 horas- que constituirán la base de las pizzas. El resultado, tras su posterior horneado de 2 minutos, es una masa alveolada y de borde ligeramente grueso. Encima de ella, solo caben los mejores productos naturales, ya sean locales o de Italia -de los que tienen la exclusiva de importación de algunos proveedores-, y en las combinaciones justas y necesarias. “Hago un menú que ya está hecho” comenta Lollo refiriéndose al resultado de cada pizza, un plato redondo en su fin y en su forma, perfecto por sí solo.
En Frankie Gallo Cha Cha Cha pueden escogerse 20 combinaciones muy bien ideadas, las más sencillas y clásicas -Lollo es fan de la Margherita-, las rojas sin mozzarella, las blancas sin tomate, y las más especiales, creadas para compartir y de sabores más atrevidos y potentes. Como la Garibaldi, una focaccia integral con culatello, mozzarella, rúcula, parmesano, tomates cherry y albahaca o una sorprendente Al Contadino, con mozzarella, pera, pecorino, lima y piñones. En la carta, desfilan ingredientes poco convencionales para una pizza como: aguacate, cecina, cordero confitado o botarga. Y ante la duda, no queda otra que atreverse a probar. Las pizzas pueden acompañarse de vinos naturales y cervezas artesanales, además de entrantes como la porchetta o la deliciosa mozzarella de búfala ahumada entre otros, o de platos más especiales como un vitello tonnato, pulpo marinado o un escalope a la milanesa del tamaño de un plato de pizza. Si después sigue quedando hueco para más, no os olvidéis del tiramisú o del salami de chocolate.
Dentro de la multitud de espacios que hay en Frankie Gallo Cha Cha Cha puedes ver cómo se mezclan una gran variedad de clientes, desde trabajadores con maletín que vienen a cerrar tratos, pasando por skaters, familias numerosas, artistas, hasta italianos que vienen a recordar la comida de su casa, pese a no ser este un restaurante italiano al uso. Su horario también lo diferencia del resto, ya sea por la conveniencia de encontrar un sitio donde cenar -muy bien- tarde entre semana, como por el ambiente que se vive en el local a esas horas del día. De ahí que la cena se pueda alargar con uno de los 6 cocktails clásicos que sirven en petaca y sin las grandes ostentaciones de otras barras de la ciudad.
En Frankie Gallo Cha Cha Cha todo puede ocurrir, desde elaborar pizza al estilo napolitano o romano un solo día al mes -la que ellos hacen es creación propia, ¡ni romana, ni napolitana!-, hasta proyectar documentales mientras se sirve prosecco, o programar un concierto en directo.
En definitiva, ocurre lo mismo que en las mejores fiestas, todo lo que uno no espera acaba siendo lo más divertido. Y en este caso, además sabe mucho mejor.
Frankie Gallo Cha Cha Cha
Marquès de Barberà 15, Barcelona
Teléfono: 931594250
Horario: lunes a jueves de 19:00 a 01:30, viernes a domingo de 13:00 a 01:30
Texto: Gemma García
Fotos: Anel González