Somos el único animal adaptado biológicamente a la comida cocinada, y es que el fuego nos hizo humanos, y ahora no hay nada que nos guste más que un plato salido de las brasas.
Una carta pequeña, pero completa, con elaboraciones ahumadas en frío, calientes con humo y especialidades al fuego. Todos los platos son de temporada, con proovedores específicamente seleccionados para cada una de las elaboraciones, desde Galicia a Cádiz, pasando por Extremadura y Toledo.
Dentro de una sala, a modo de salón de una casa de la campiña francesa del siglo XIX, destaca una enorme cocina a la antigua usanza donde es fácil evadirse de la realidad de nuestra capital, sentir el movimiento del fuego, oir el sonido de las cacerolas y oler las ascuas donde van desfilando asados y espetos.
Carabinero ahumado al heno con ajo blanco, de Cadiz, un homenaje a sus pescadores. Setas, -obligatorio, que estamos en temporada- con panceta ahumada y huevo revuelto… Steak tartar de Picaña, la parte más tierna de una ternera. Pero lo que más impresiona quizá sea la tortilla de patata, directamente cuajada en el esqueleto de un txangurro con trocitos finamente picados del mismo.
Fuego es la cocina en esencia, donde el producto es lo primordial y su mejor compañero es el fuego de la hierba seca, del heno, cedro o hinojo. Gonzalo Hierro domina las brasas y es el chef ejecutivo del restaurante. Y como ejecutor, el joven Pablo Utrilla, jefe de cocina.
Fuego es el nombre del segundo restaurante de una serie temática llamada “Los cuatro elementos”. Primero fue Aire, abierto ya hace dos años y especializado en aves, y después de inagurar Fuego hace menos de 6 meses ya están en marcha para completar los dos proyectos restantes, agua y tierra.
Calle Hermanos Bécquer, 5, 28006 Madrid
Horario: Lunes cerrado y de martes a domingo de 12:30h a 15:30h y de 20:30h a 23:30h
Teléfono: 91 051 58 11
Texto: Lucía Gomez Meca
Fotos: Borja G.