García Taberna, comida y maridaje original en el centro de Málaga

La voz de Devendra Barnhart da la bienvenida al restaurante de los hermanos Vera, Javier y Alejandro, que ya se ha convertido en una visita obligatoria para cualquiera que busque una carta original y maridada con una excelente, y fresca, selección de vinos.

García Taberna abrió en 2015 en una callejuela cercana al Teatro Cervantes de Málaga. Lo que en la cabeza de sus fundadores iba a ser una abacería de embutidos, quesos y vinos, se convirtió en un restaurante en cuanto vieron las posibilidades del local, íntimo y seductor donde los haya.

El García es un proyecto personal en el que las recetas sólo guardan relación con los propios impulsos de Javier, el creador de la carta. En ella, huye de la pretenciosidad pero no renuncia al exotismo. Unas vacaciones en Tailandia e Indonesia y una época de residencia en Lavapiés, entre el vapor de las cocinas peruanas e indias, marcan su propuesta gastronómica. Eso sí, sin olvidar las elaboraciones más tradicionales y andaluzas.

Así, es sencillo encontrar un matiz asiático en su rulo de carpaccio de ternera gallega con escamas de queso de cabra perota o un excelente atún de Barbate en un plato alejado de la gastronomía nacional como es la causa limeña. Sus langostinos sweet chilly con cuscús negro y guacamole cítrico –equilibrada combinación de texturas y sabores dulces y picantes- y su pulpo a la parrilla sobre patatas revolconas –consiguen sublimar su textura, crujiente y jugosa- cuentan con fieles incondicionales que llegan a la calle San Juan de Letrán desviándose de las rutas más turísticas de la capital malagueña.

La cuadratura del círculo la ofrecen los caldos que los hermanos Vera seleccionan cuidadosamente. Su carta de vinos está compuesta por 16 referencias y 13 denominaciones de origen, ahí es nada, que se renueva cada dos o tres meses manteniendo media docena de nombres. La exposición de botellas ocupa un destacado espacio del reducido local –las reservas son aconsejables- cuyas paredes envueltas en madera, cemento y ladrillo visto son sólo puntuadas por obras del artista malagueño Javier Calleja y por una iluminación tenue que se agradece en una ciudad de tanta luz.

Una alternativa gastronómica a precios razonables, relajada y sensata que no pierde la audacia de quien disfruta con la cocina.