Davide Bonato creció molestando a su abuela en las cocinas de Il Convento, un idílico resort formado por un hotel y un restaurante tradicional, ubicado en Trino, pueblo italiano de los de verdad, en la región de Piamonte.
La gastronomía en esta región de Italia prioriza dos de los productos de sus tierras, tierras donde se acontecen pequeños microclimas, influidos por la «nebbia», dando una humedad constante y perfecta para la trufa blanca y el arroz.
Daniela y Davide se conocen desde pequeños pero se reencontraron un día en el restaurante del II Convento, cuando Davide trabajaba allí. No hizo falta mucho más que el amor para que unieran sus vidas y crearan dos proyectos en común, uno de ellos, tener dos estupendas hijas, y el otro, Gioia, su primer restaurante en Madrid. Davide tenía claro que quería crear una propuesta de cocina creativa, con texturas, formas y colores, pero siempre con esa base que le dio su tierra, su producto y la experiencia personal.
Cuando lleves un rato sentado en una de las mesas de Gioia, probablemente se te olvide que estás en un restaurante y empieces a sentirte en el salón de una casa familiar. La mezcla de elementos y mobiliario parece natural, como sucede en esos procesos abigarrados en los que vas rescatando y acumulando historias con nostalgia y cariño. Estas sensaciones son necesarias para disfrutar aún más de la propuesta gastronómica de Davide, honesta y curiosa a partes iguales, porque él mismo entra y sale de la cocina para acercarse a contar alguna anécdota, terminar sus emplataciones o intentar recibir opiniones directas de alguno de los platos.
Han elaborado un menú degustación por un precio íncreiblemente ajustado, el cual te recomendamos si es tu primera entrada en la cocina piamontesa y quieres dejarte llevar por el chef. Un aperitivo que va variando y una copa de Prosecco para darles tiempo en los fogones para sorprenderte con el plato que está empezando a dar que hablar por Madrid, un huevo mórbido escalfado con costra de arroz venere, confeti de jamón ibérico y puerro crocante. No podía faltar un plato de pasta casera, unos Tagliolini al tartufo, con yema cocinada a baja temperatura, trufa blanca y queso cacio nerone. Un plato muy básico donde nuevamente vemos la importancia y potencia del producto. De segundos un clásico conflicto, carne o pescado, lomo de buey, madurado 30 días, o atún rojo en costra de sésamo. Para el postre, otra decisión en la que no hay conflicto alguno, no te pierdas su tiramisú.
Gioia es Joya, Gioia significa también alegría. Encontrarse con un rincón de Piamonte escondido en el corazón del barrio de Chueca, recordar perfectamente el sabor de cada uno de sus platos, las sensaciones, eso amigos… está claro que ya sabéis lo que voy a decir, eso es, Gioia.
Teléfono: 23. 915 245 547
Precio medio: 35 euros; degustación del chef: 29 euros (sin bebidas).
Texto: Lucía Gomez Meca
Fotos: Borja G.