Guía rápida para no cargarnos en unos pocos días todo el curro que llevamos dándonos desde después de verano.
Navidad supone excesos, eso es así, pero existen ciertas maneras para apañárnoslas si queremos mantener la buena trayectoria que llevamos, y evitar tener que volver a empezar de cero nuestro plan de alimentación después del último y maravilloso pedazo de roscón de reyes. Es tan sencillo como aprender a compensar ciertas comidas, además de ejercicio adicional en los días previos y posteriores a las comilonas señaladas.
Debemos ser previsores.
Es importante planificar un menú para estas fechas, que nos permita disfrutar de la gastronomía y las costumbres típicas de la navidad, sin necesidad de dejar de lado los buenos hábitos que tenemos instaurados hasta ahora.
No dejar de lado costumbres habituales.
Debemos mentalizarnos además de que abandonar lo adquirido hasta ahora, como comer 5 veces al día, no picar entre horas, no volvernos locos en un Mc Donalds, pasar de azúcares refinados etc., nos va a alegrar mucho más después, que el simple hecho de no subir un par de kilos cuando nos pesemos.
No seas melón y desayuna.
NO te lo saltes. Pasar sin esta comida es siempre un error, aunque la noche anterior te hayas puesto fino a comer y a copas. Es importante que te levantes y saques fuerzas aunque sea para un poco de fruta y un té, o un poco de muesli con yogur. Repondremos fuerzas, y nos ayudará además a no atacar la comida del medio día como si no hubiera mañana.
El alcohol y la dichosa deshidratación. No lo olvides.
Si el día o la noche anterior ha llevado consigo una sobrecarga de alcohol, la reposición de líquidos será infalible la mañana siguiente para que nuestro cuerpo y nuestra cabeza se recuperen de una manera mucho más llevadera.
El truco del almendruco: Compensa.
La cantidad que se coma el día antes y después de estas comidas familiares extraordinarias, será punto de inflexión para compensar ciertos excesos. No se trata de suprimir las tomas siguientes (no cenar el día de navidad, por ejemplo), simplemente lo mejor es consumir alimentos ligeros que además nos ayuden a digerir y asimilar los más pesados consumidos antes. Y si además lo acompañamos de una carrerita, unos intervalos de intensidad en el gym, o un paseo ligero, mejor que mejor.
Entonces, ¿Qué como hoy, 24 de diciembre?
A la hora de comer será importante considerar un menú liviano si sabemos que por la noche la comilona está asegurada. Así que podemos optar por almorzar una sopa de verduras y pollo de primer plato, más pescado al horno o a la plancha con ensalada de brotes de segundo.
Elige siempre alimentos frescos.
Será interesante también contar con alimentos que son depurativos en origen, infusiones y tés a base de diente de león y cola de caballo, verduras como el apio o la alcachofa, y hortalizas con colores vivos que actuarán como perfectos alimentos Detox naturales.
Sal a la calle y muévete.
Podemos animarnos además – al igual que los valientes runners de la carrera San Silvestre la tarde del 31 de diciembre – a hacer un poco de ejercicio los días o momentos previos a comidas –a la vista- copiosas, o cenas con largas noches detrás.
Así que ya sabes, come bien, cena increíble y pásalo genial. Dosifica las fuerzas, y compensa comilonas, super cenas e interminables noches de copas con desayunos vitamínicos y energéticos con comidas y cenas livianas a base de calditos, verduras, salteados y pescados al horno. Y súmale a todo un buen rato de actividad física, y si es en compañía, mucho mejor.
¡Feliz cena, y comida, y salida, y entrada…! ¡Disfrutad!
Texto: Del Sol Nutrición
Fotos: Diego Etxeberría