La calle Fuencarral engaña porque aunque no lo parezca, aún hay negocios únicos que intentan alejarse de lo comercial. Y para único e íntimo qué mejor que un señor cocktail, de esos clasicones que enderezan un día malo a cualquiera. Así que sí, esa calle peatonal que antes era considerada de lo más alternativa y que se ha vendido al mainstream aún tiene salvación con la devoción por la cultura pop y la música de Eduardo Gutiérrez, dueño y coctelero de Harvey’s. Sus viajes por todo Estados Unidos le fueron sembrando una espinita en el corazón que le volvió un fan total de Jerry Thomas, padre fundador de la coctelería, de los bares de carretera y de “las manifestaciones musicales, cinematográficas y literarias desde principios de siglo veinte hasta los años ochenta” -cuenta Eduardo-. Su historia hostelera empezó con In Dream’s Café, el primer lugar que abrió y el que dedicó por completo a la cultura popular americana y tres años después, llegó Harvey’s, con el que cambió la estética de juke joint rockanrollero por el terciopelo rojo en un diner sofisticado en el que en vez de hamburguesas los reyes son los cocktails.
La autenticidad de Harvey’s reside de entrada en su fuente de inspiración: la coctelería clásica y una película de los cincuentas de Henry Koster en la que James Stewart va con un enorme e imaginario conejo irlandés bebiendo martinis por toda la ciudad haciendo, ya de paso, una apología del alcohol. El local se asemeja a “las coctelerías que quedan en Los Angeles, antiguas e intactas desde 1940. Una que me inspira mucho es Musso & Frank Grill, un sitio que vende comidas pero que vio la época dorada de Hollywood, en Sunset Boulevard”. Aquí se come y se bebe con ese glamour hollywoodense con cocktails –como los de antes de la prohibición- y con platos como la versión de la casa del jambalaya –un poco mas caldoso que el originial-, tomates verdes fritos tradicionales, otros mas fronterizos como los huevos rancheros o el ceviche en daiquiri de jengibre, la estrella de la casa.
Junto con Nikola Clerc detrás de la barra cualquier hora del día es buena para entrarle a sus cocktails de autor como el For the Good Times con ron Platation, té verde, agua de azahar, limón; el picantón del Chilli Harvey’s con ron dorado, licor de café, angostura, chile habanero y sambuca o tirar por una línea más tradicional con un Gimlet, Dry Martini. Aunque en estas fechas hay que tirar por el Frontier’s Pie, inspirado en el clásico apple pie americano con base de Rye Bulleit hecho para la competición World Class para escoger a los mejores barmen de europa.
Lun – Jue 11:00 – 2:30
Mar – cierra cocina de 17:00 – 20:00
Vier – Dom: de 11:00 – 2:30
Precio medio: 10€ – 20€
Teléfono: 910817825
Texto: Paula Móvil
Fotos: Marcos Ortiz