En Londres, hacer cola para cenar empieza a ser ya más la regla que la excepción y en el Hoppers, como en tantos otros restaurantes, no admiten reservas. Eso sí, tienen el detalle de coger tu número de teléfono y avisarte cuando tu mesa está lista en lugar de tenerte esperando en la puerta -ellos lo llaman cola virtual-. Con todo y con eso, lo cierto es que la espera merece la pena.
El Hoppers está respaldado por la familia Sethi, lo que en el mundo de la restauración londinense es sinónimo de éxito, en su repertorio también están restaurantes tan populares como el Bao o el Gymkhana.
Los celebrados hoppers, tortitas saladas imprescindibles en los desayunos en Sri Lanka, en el Hoppers se sirven a todas horas. Tienen forma de bol, están hechos con arroz fermentado y leche de coco, y es el plato que hay que probar sí o sí. Se sirven acompañados de deliciosas salsas que se pueden elegir y combinar, chutneys de tomate, cilantro y coco o salsas de pepinillos o de coco molido, pescado, cebolla y chili. El huevo en la base es opcional. Por otro lado las dosas se presentan enrolladas en forma de cono. Son unas crepes hechas con lentejas y arroz fermentado, muy crujientes y que también se toman con salsas. Atención con las podi dosas, que son exquisitas, pero muy picantes.
La carta, que no es muy extensa, incluye platos llamativos como el chukka de corazón de pato -masala picante de la zona Tamil Nadu-, también algunos karis -el término tamil para curry- o idli -tortas de arroz al vapor- y rotis acompañados de coco, además de kothu, un plato de Sri Lanka hecho con roti cocinado con verduras, carne o pescado. Asimismo, tienen cerveza Lion y bebidas sin alcohol como agua de coco y cócteles.
El Hoppers es pequeño y está decorado con mucha clase, las paredes están cubiertas por paneles de madera y posters vintage de Sri Lanka cuelgan al lado de máscaras. Estanterías corridas sirven de base a plantas, y las lámparas altas alumbran con una luz muy tenue las mesas en las que los comensales comen codo con codo con desconocidos. Después de todo, el espacio en Londres es un bien muy preciado, y hay que hacer contar cada asiento.
49, Frith Street W1D 4SG. Londres
Horario: de lunes a jueves de 12 a 14.45 y de 17.30 a 22.45. Viernes y sábados de 12.00 a 22.45.
Precio: 20 euros sin bebida
Texto y fotos: Mónica R. Goya