Hueso, un local para disfrutar con todos los sentidos

Situado en el barrio de Salamanca, Hueso es un restaurante pensado para cualquier hora del día, desde el aperitivo hasta las primeras copas de la noche, un local con tres zonas diferenciadas para que así puedas disfrutar de los sabores de Hueso en el espacio que más desees: la barra es ideal para la hora del aperitivo, el salón cristalera para una comida informal y el salón chimenea es perfecto para una cena más formal.

La experiencia en Hueso puede comenzar con un picoteo informal en sus mesas altas, en las que podrás disfrutar de platos perfectos para compartir entre las que encontrarás opciones clásicas como las croquetas melosas de jamón, la tortilla tradicional o las alcachofas con salsa de trufa al palo cortada (una salsa de toma-pan-y-moja que sin duda te conquistará) pero también otras canallas como el niguiri de atún con emulsión de anguila y wasabi, el saam de merluza con salsa o las milhojas de patata con salsa brava y mahonesa de lima. Si te subes a su salón cristalera puedes seguir saboreando los platos que salen de la cocina con opciones tan apetecibles como el arroz de gamba roja a la llauna. Un plato que se encuentra en la sección de “raspa y hueso” con delicias para los amantes del pescado como el rape al mojo picón con verduras escabechadas o la merluza a la meunière con espárragos y ají. Si eres más de tierra disfruta del rabo de toro Madrid-Bangkok o el lomo madurado con salsa de maíz servido sobre un tuétano.

La carta termina con el apartado de los dulces en el que se encuentran opciones como la tarta de queso, el lemon pie o el tiramisú Hueso que se sirve en una cafetera. Además, para acompañar cualquiera de los platos, Hueso cuenta con una carta de vinos interesante en la que encontrarás una interesante selección de vinos de referencias nacionales (en su mayoría) y con varias sugerencias por copas.

Hueso es un local para los amantes de la gastronomía, ya sea para disfruta de un picoteo informal, un almuerzo con mantel o un afterwork que da paso a las primeras copas de la noche. Un restaurante que abre ininterrumpidamente para invitarte a hacer un recorrido a través de una cocina tradicional, pero con un toque canalla que te hará querer probar más y descubrir esa cocina desenfadada que caracteriza a este local que te acoge desde el primer momento que cruzas el umbral de su puerta.