Gonzalo y Andrea son dos arquitectos que llegaron hace ya 12 años a Barcelona atraídos por la playa, el mar, los parques y una ciudad abierta que les recordaba a su adorada Montevideo. Tras una mudanza intercontinental con un hijo pequeño, Enzo, el nacimiento de Giulia y una crisis creciente que amenazaba sus puestos de trabajo en el sector de la construcción, se lanzaron a la piscina con Il Drago.
El salto no fue al vacío, la destreza de Gonzalo a los fogones estaba ampliamente demostrada con años de cocinar exquisiteces para la familia gracias a lo aprendido de su madre y abuela y a la experiencia en la cocina de un restaurante propiedad de su padre, asesor de restaurantes en Uruguay. Il Drago abrió sus puertas en abril de 2012, en aquel entonces en un rincón sombrío de Poblenou que se ha convertido en la actualidad en una espaciosa y concurrida plaza.
Entre semana el restaurante se llena de vecinos y gente que trabaja en la zona, algunos de ellos argentinos y uruguayos nostálgicos de la cocina de su tierra. Durante el fin de semana el local se llena de familias que vienen a disfrutar de una buena y saludable comida casera apta también para los más pequeños. Su fórmula de menú y de medio menú funciona perfectamente para que los niños puedan probar y disfrutar con cosas nuevas, evitando los socorridos y aburridísimos menús infantiles que por desgracia abundan en demasía.
La cocina de Il Drago, según Andrea, es “comida casera de aquí y de allá”, con guiños a la comida mediterránea y raíces italianas, uruguayas y rioplatenses, con numerosas ofertas vegetarianas. Su producto es fresquísimo y todo se cocina en el restaurante. En su carta encontramos pizzas y tapas originales pero lo mejor de todo acostumbra a estar anotado en la pizarra. Platos sencillos pero bien ejecutados que te hacen sentir bien cuando te levantas de la silla. Su oferta es siempre cambiante pero hay algunos hitazos recurrentes como su Pascualina (una especie de quiche), la lasaña, la milanesa napolitana, el risotto, el pastel de carne y patata, sus pastas y la picaña. Sus postres también son caseros y riquísimos con unas tartas caseras y, muy especialmente, una panna cotta de nota.
El local es acogedor, repleta de ilustraciones y obras de arte que remiten al pasado como galeristas de la pareja y a la familia, ya que la madre de Gonzalo es una reconocida pintora uruguaya.
Precio medio: Entre semana menú completo 9,50€ y medio menú 6,50€. Fines de semana y festivos menú completo 12€ y menú infantil 8€. Carta precios varios.
C/ Carrer de Sant Joan de Malta, 150. 08018 Barcelona
Telf: 936035311
De lunes a jueves de 9:00h a 19:00h. Viernes de 9:00h a 1:00h. Sábado de 12:30h a 1:00h. Domingo de 12:30h a 17:00h
Texto: Txell Hernández Gil
Fotos: Paula Belil