«Podría decir que mis dos palabras favoritas son comida y viajes, y mejor aún si están en el mismo contexto». Kathrin Behrens es autora del blog El sabor de lo bueno, donde comparte su pasión por la gastronomía y los viajes.
Kath es chilena pero actualmente vive en Barcelona, donde su novio Esteban se encuentra cursando un doctorado. «Vivir en Europa es algo con lo que siempre soñé. Barcelona es un ciudad impresionante donde encuentras de todo, y para todos los gustos».
Su amor por la cocina nació hace aproximadamente 4 años cuando dejó la casa de su madre para vivir con su novio. «Al principio fue por necesidad, pero al poco tiempo la cocina me atrapó, descubrí que a pesar de no saber mucho sobre técnicas culinarias, los platos me quedaban bastante sabrosos.» Luego comenzó a publicar sus recetas en su blog (en el cual ya recomendaba lugares para salir a comer), y con eso a descubrir cada vez más ingredientes y sabores del mundo para incluir en sus platos del día a día.
Antes de llegar a Barcelona, Kath y Esteban decidieron tomarse 6 meses para recorrer Asia, donde su amor por los viajes y la gastronomía se volvió aún más fuerte. «Me encanta conocer los lugares a través de su gastronomía. En Asia tomé varias clases de cocina donde no sólo aprendí sobre platos e ingredientes sino también sobre cultura y la forma de relacionarse que tiene la gente en cada país.»
Hoy nos recibe junto a Esteban en su acogedor piso situado en el corazón de Gracia para deleitarnos con algunos populares platos de la gastronomía chilena, acompañando el menú con el vino Cordillera Chardonnay de Valle de Limarí (Chile), de Miguel Torres Chile.
¿Qué vas a preparar hoy? ¿por qué?
Unas empanadas rellenas de queso y camarones al horno, muy típicas de la costa chilena e ideales para acompañar junto a un vino blanco.
También prepararé un pebre para picar mientras esperamos a que estén las empanadas. Y finalmente, para el postre, haré unos alfajores rellenos de dulce de leche.
¿Dónde sueles ir a comprar?
Tengo la suerte de vivir justo enfrente del Mercado de L’Abaceria, en Gracia. Ahí suelo comprar los pescados y mariscos frescos. Las frutas y verduras por lo general las compro en un pequeño local muy cerca de mi casa donde tienen buenos precios y son muy amables con el trato. El resto de las cosas las compro en variados lugares alrededor del Mercado. ¡Me encanta vivir en un barrio tan bien abastecido y con tanta variedad de productos!
¿Qué recuerdos familiares tienes entorno a la cocina?
Recuerdo con mucho cariño la recolección de ciruelas que hacíamos junto a mi madre en verano. En mi jardín teníamos muchos árboles que daban kilos de ciruelas entre diciembre y febrero. Con ellas mi madre hacía una deliciosa mermelada casera que aprovechaba para regalar a toda la familia en Navidad y que daba para abastecernos durante todo el año (si, ¡hacía muchísima!).
Otro recuerdo que tengo es el especial gusto por los mariscos que tengo hasta hoy. Nuestros padres siempre nos dieron a probar de todo, y desde muy pequeña desarrollé, junto a mis hermanos, un gusto especial por los mariscos, en especial por los locos (molusco del pacífico), las ostras, los ostiones, las machas y los erizos, todos mariscos que se dan en la costa chilena. Es muy extraño que a los niños les gusten esas cosas, ya que en general son sabores bastante fuertes, pero para nosotros era lo máximo cuando habían paltas rellenas de camarones o machas a la parmesana en la comida familiar del fin de semana.
¿Cuáles dirías que son los sabores predominantes de la cocina chilena?
Gracias a la extensa costa que tenemos, los pescados y mariscos son bastante populares, sobre todo en las ciudades y pueblos costeros.
Yo soy de la capital, Santiago, y como ahí no tenemos costa diría que las carnes, ya sean asadas a la parrilla, a la plancha, acompañadas de ensalada, papas y/o arroz, o como ingrediente principal de un sándwich es algo que puedes encontrar en la mayoría de las casas y restaurantes locales a lo largo del país.
¿Qué echas de menos de la gastronomía chilena viviendo en Barcelona?
¡El aguacate! (en Chile se conoce como palta). Y no es que aquí no se encuentre, pero allá está presente en muchos platos y momentos del día. Es común comer un pan con aguacate para el desayuno o la merienda, y también lo comemos mucho en los populares sándwiches y completos (algo así como un frankfurt pero con aguacate y tomate). Creo que estamos un poco obsesionados con ese ingrediente y lo ponemos en abundancia en muchos platos.
También hay algunos mariscos que aquí no se encuentran, pero la verdad es que hay otros diferentes e igualmente sabrosos que disfruto de igual forma.
¿Cuál es tu plato favorito de la cocina española?
Que difícil pregunta, ¡todo me gusta! Pero si tuviera que elegir me quedo con el pulpo a la gallega, el salmorejo cordobés y las berenjenas asadas con miel (imposible nombrar un solo plato).
Explica la mejor comida/cena que recuerdes
Recuerdo especialmente una comida en Lima, Perú. Fuimos a la boda de unos amigos y el día anterior nos juntamos un grupo bastante grande de muy buenos amigos a disfrutar de la gastronomía peruana en un restaurante con vista al mar recomendado por nuestros anfitriones. Los platos no paraban de salir, igual que los pisco sours. La comida estuvo realmente deliciosa, sobre todo un ceviche sobre camote (boniato) frito que me pareció increíble. Nos reímos mucho y disfrutamos como nunca. Fue memorable.
¿Nos das la receta para iniciarnos con algún plato chileno?
Un clásico pebre, es muy fácil de preparar y es común que esté siempre presente sobre la mesa acompañado de pan para esperar la llegada del plato de fondo o de la carne cuando estás en una parrillada clásica de fin de semana.
Pebre Chileno
Ingredientes:
- 2 tomates grandes maduros
- 1 diente de ajo
- ½ cebolla
- ½ taza de cilantro fresco
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 2 cucharadas de vinagre de vino blanco
- jugo de 1 limón
- 2 cucharadas de sal
- 1 cdta. de pimienta o merkén
- 2 ají verdes (o similar) a gusto.
Procedimiento:
1. Picamos finamente todos los ingredientes y los ponemos en un recipiente.
2. Los mezclamos bien y aliñamos con sal, pimienta o merkén, jugo de limón y vinagre de vino blanco. Se le añade el ají (o picante similar) a gusto.
3. Dejamos reposar idealmente 1 hora en la nevera antes de servir.
Fotos: Magdalena Puigserver