Katz’s delicatessen es más antiguo que lo que es el Empire State, en 1888 empezó a funcionar como Deli bajo el nombre de “Iceland Brothers”, indicando quienes fueron sus primeros dueños. En 1903 se sumó Willy Katz y al poco tiempo, se adaptó a su nombre. Katz’s ha sido y será el Deli judio más longevo.
Para continuar con algo de historia, durante la 2º Guerra Mundial, los tres hijos del propietario de Katz´s Deli tuvieron que ausentarse para ir a la armada. A raiz de eso, los familiares empezaron a enviarles embutido al frente. La tradición familiar se hizo popular, y el lema de “Send A Salami To Your Boy In The Army” se convirtió en eslogan de la empresa. A día de hoy siguen enviando su embutido, eso sí, añadiendo a la fiambrera camisetas, gorras y delantales con su logo.
Obligatorio, sandwich de pastrami. ¿Y qué es el pastrami? El pastrami es carne de ternera en salmuera, curada durante entre 3 semanas y un mes, no guardan secretos, la carne se ahúma hasta que el exterior se ennegrece durante unas 48 horas y se cocina únicamente en agua. La preparación la hacen delante de ti, en una infinita barra que no para de filetear: venden siete mil kilos de Pastrami a la semana.
20 dólares es el precio fijado actualmente que te piden por unidad, y sí, parece una locura; pero la locura es si eres capaz de pedirte uno para ti sólo. No lo hagas, por mucha hambre que lleves, comparte; tu estómago, y tú bolsillo, lo agradecerán. Ten en cuenta que te lo sirven con enormes pepinillos, de dos tipos, mostaza especial y debes pedirte patatas fritas. Si quieres saber un secreto, atrévete con las potato latkes, tortilla de patatas con salsa agria o puré de manzana.
La ubicación (en el que es para nosotros el mejor barrio de Manhattan, Lower East Side), el logo de Katz’s marcando la esquina, las antiquísimas luces de neón, los carteles, la barra y las paredes repletas de fotos convierten el lugar en un museo de si mismo. En Katz’s siempre hay gente, a cualquier hora estará abarrotado de curiosos y frecuentes.
La experiencia, la visita, también tiene lo suyo: Al entrar te dan un ticket de un color suave, diferente cada día, en el que irán apuntando tu orden, cuando cambies de barra a barra. Al salir, te lo pedirán, y cuidado con ser despistado y perderlo, la broma son 50 dólares, o lo que es lo mismo, 2 pastramis y medio.
205 East Houston Street, esquina con Ludlow St
Horario: Lunes a miércoles de 8am a 10:45pm / Jueves de 8am a 2:45am / Viernes de 8am a 12am / Sábado 24h. / Domingo de 12am a 10.45pm
Texto: Lucía Gomez Meca
Fotos: Borja Llobregat