Pastelería Kitschy, un mundo de color

Extravangante, cursi o pretencioso y con predominancia de los colores rosa chicle, azul cielo, verde manzana o rojo. Esta podría ser perfectamente una definición del estilo Kitschy, un movimiento que en esta pastelería conocen muy bien y lo han puesto en práctica en todo su esplendor.

Detrás de Kitschy se encuentra Carme, la alma mater y la pastelera de este local, que con el apoyo de su pareja Paco, decidió emprender su propio negocio y comenzar a elaborar sus propias creaciones. Creaciones que también tienen su toque Kitsch, pues a Carme le enamoró este movimiento cuando estudiaba historia del arte y decidió que su pastelería y local tenía que fusionar sus dos mundos. Entrar en Kitschy es entrar en un mundo lleno de color y con un estilo diferente y personal. Un estilo que fueron creando poco a poco Carme y Paco, ya que fueron ellos mismos los que decidieron la decoración del local y se pusieron manos a la obra: forraron las mesas, buscaron los cuadros que mejor encajasen e, incluso, la madre de Carme colaboró realizando todos los pasteles de fimo que se encuentran en el local o los posavasos de ganchillo que utilizan para servir el té.

Todos los productos que ofrecen en Kitschy tienen algo en común: la base es francesa, siempre utilizan productos de calidad y, cuando es posible, de Km0. Pero lo más característico de su oferta es que está llena de creaciones artísticas y con toques únicos. Sus pasteles llaman la atención por ser divertidos, de combinaciones curiosas y siempre con toques originales e innovadores. Además, la oferta varía cada día y siempre se encuentran pasteles novedosos.

Como bien cuenta Carme, sus pasteles te invitan a saborear parte del mundo, ya que están elaborados con sabores que recuerdan a Perú, México, Turquía o Grecia. Entre sus pasteles puedes encontrar una tarta de chocolate parecida a la Sacher pero con un toque picante aportado por la guindilla que te traslada a México. Uno de sus pasteles estrella es la tarta Kitshy, de color azul turquesa y coronado con una bola de frambuesa. Este postre es elaborado con mouse de cava, litchy en almíbar y frambuesa. Un pastel que tuvo el honor de llamarse como el local por reflejar a la perfección la filosofía del espacio: colores llamativos y contrastando el toque glamuroso que le aporta el cava con el toque curioso del color de la frambuesa.

Su oferta es completada con bollería, pero de sabores poco usuales: caracola de yuzu, croissant de tinta de calamar o de manzana. Además, también disponen de galletas creativas y macarrons, de sabores curiosos como el de wasabi, cacahuete o pistacho y rosa. Kitshy es una pastelería para dejarse llevar; una pastelería donde salirse de lo común y atreverse a probar cosas nuevas; una pastelería donde improvisar y poner color a tus desayunos, postres o meriendas. Kitshy es un local en el que sentirse como en casa y donde Carme y su equipo actúan como anfitriones que te invitan a comer a su hogar y que harán todo lo posible para que tu estancia sea lo más cómoda posible.