Restaurante L.A. Sushi

Si siempre quisiste ir a L.A. ya no hará falta coger carretera y manta (bueno, en nuestro caso, avión). Basta con que cojas el metro, la moto o el taxi y te dirijas al número 252 de la calle Príncipe de Vergara. Allí, te espera un espacio amplio, diáfano y luminoso donde saborear el sushi -se hizo famoso gracias a los rolls en los que el arroz envolvía el alga nori y no al revés- que llegó a Los Ángeles en la década de los 60 y se expandió por todo Estados Unidos para conquistar a medio mundo.

Se trata de L.A. Sushi, la nueva meca de cocina asiática que fusiona su concepto japonés con la gastronomía latinoamericana. Una propuesta que Alex Casado, fundador y propietario, ya introdujo en Banzai, su anterior proyecto, y que ahora plasma en este nuevo local dando un paso más en la creación de sugerentes propuestas como las gyozas de carrillera al Pedro Ximenez o los bao de carrillera pibil.

Entre las propuestas para compartir destacan los tiraditos, y entre ellos el de pez mantequilla con shiso, salmón y salsa peruana, los once tipos de ‘rolls’ con los que cuenta – aquí te recomendaremos que no dejes de probar el steak tartar, de solomillo con aguacate, manzana, huevo pochado y aroma de trufa, y el crunchy spicy tuna, con atún, aguacate y salsa agri-picante.

En la carta de L.A. Sushi también cuenta con un apartado bautizado como ‘raw bar’ donde triunfan los ceviches y los sashimis. Entre ellos, delicias como el ceviche de hamachi, con pez limón y leche de tigre son una opción bastante fresca y ligera, sobre todo si quieres probar todo lo anterior.

La cosa no acaba aquí, no. La carta continúa con una amplia variedad de nigiris, sushi vintage y otros de estilo clásico elaborados con piezas cuidadosamente seleccionadas de salmón, atún, lubina y hamichi, principalmente.

Y para completar este delicioso viaje, una parada en el irresistible universo del dulce que tanto gusta. Con nada más y nada menos que 10 opciones, la recomendación que hace Alex es la del fondant de chocolate con wasabi. Solo apto para golosos y atrevidos.

Sencillez, elegancia y diversión en un luminoso local disponible para 180 monstruos del buen comer.