Las cuatro generaciones de la familia Redruello al mando de La Ancha

1918, la familia Redruello con Beningno al frente (primera generación) abre La Estrecha en la calle de los Madrazo. En 1928 Benigno pasa el testigo a su sobrino Santiago (segunda generación), y es en 1957 cuando abre La Ancha, en su primera ubicación en la calle Velázquez con Antonio Redruello (tercera generación), para más tarde, en 1969, trasladarse a su ubicación actual, la calle Príncipe de Vergara.

La historia de la familia Redruello en la hostelería madrileña cumple este año la friolera de 100 años. A La Ancha, que ahora regentan la cuarta generación, Santiago y Nino, le siguieron conceptos como Las Tortillas de Gabino, La Gabinoteca o el reconocido Fismuler. Esta familia no para, además de preparar la apertura de otro Fismuler en la ciudad Condal, 2018 es un año de celebraciones. Pero, ¿qué es la Ancha además de la historia de una familia dedicada a la hostelería? Nos encontramos ante una de las casas de comida más consolidadas de la capital. En definitiva, uno de esos sitios a los que ir a comer bien sin lugar a dudas y en el que sabes que el resultado siempre será óptimo.

Allí nos dirigimos a constatar la fama que les precedía y qué deciros, que todo lo que cuentan es cierto. Si el local no es de los más trendy, nos encanta porque guarda esa esencia de antaño, de esos restaurantes de mesa con mantel y servicio cercano, además de una bonita terraza que en invierno te hará pensar que estás en una cabaña de madera en medio del bosque.

La propuesta gastronómica cambia casi a diario, ya que para elaborarla, cuentan de primera mano con los productos óptimos que ofrece el mercado. Pero, si nos preguntaras, “¿qué se come en la Ancha?” Cocina clásica y sabrosa. También creemos importante contarte que hay ciertos must ineludibles, los clásicos platos estrella. Van desde cualquiera de sus más de 20 opciones de pescado, platos de cuchara como el pote gallego o la sopa de ajo, boquerones fritos, tortilla guisada con almejas -o callos para los más valientes- hasta el rey de la casa, el Armando. Nos encontramos ante un escalope de tamaño descomunal -también existe la opción baby– acompañado de guarnición de verduras y cogollos de lechuga. ¿Y porqué Armando? El nombre fue fruto de la casualidad: un cliente asiduo a La Ancha, Armando claro, siempre pedía un escalope al modo del que lo tomaba en su tierra natal, Argentina. Visita tras visita y receta tras receta, dieron con la preparación perfecta, por lo que qué mejor que rendir un homenaje al cliente bautizando el plato con su nombre.

Y 100 años después siguen haciendo historia…