La primera paella, la que encendió la mecha de lo que hoy es la Bernarda, se cocinó en la plaza que cruza la calle Tapinería. Un ritual, el de cocinar un arroz en plena calle, clavado como pocas cosas en el ADN de la ciudad de València. Ese origen tan popular tiene mucho que ver con la propuesta de este local alegre de grandes ventanales que borra la frontera entre cocina la sala y plaza.
Una plaza que han llenado de sabor Raquel y Jose, dos hermanos enamorados del buen comer, con mucho talento y mucho olfato; el que les empujó a decir que sí cuando se les propuso gestionar la propuesta gastronómica del Mercado de Tapinería. La Bernarda es el complemento ideal a su hermano viajero, el Bar&Kitchen, y entre los dos forman un equilibrio ideal entre tendencias culinarias y tradición
Confort food -esos platos que hacen que te sientas más a gusto que en brazos- es el lenguaje que habla la cocina de la Bernarda. Se traduce a medio día en menús que están diseñados con cariño de abuela, como mínimo. Algunos platos, como el arroz al horno de los jueves, el putxero de los miércoles o, como no, la paella valenciana de los domingos, se han convertido en clásicos dignos de peregrinaje semanal. Pero de esa pequeña cocina salen diariamente una propuesta cambiante de guisos y arroces suculentos llenos de tradición y mercado.
Pero como existen los sábados noche y la maravillosa excusa del vermut matutino, no todo podía ser cuchara. El tapeo, y la picaeta tienen en la Bernarda un aliado. Hace falta talento y producto, y en estas cocinas sobra de los dos, para convertir en algo tan especial una ensalada con encurtidos y tomate “del bueno” o un esgarraet.
No hay franja del día que la Bernarda no convierta en comestible, y su defensa del concepto merienda-cena, es buena muestra de ello. Pero si hay un momento en que se corone, es sin duda la hora del almuerzo. El “large esmorzaret” como han rebautizado a esta tradición, congrega cada mañana a trabajadores de la zona que se escapan a probar sus bocatas -cuarto, medio o barra entera- con tortillas jugosas, embutido, carne y una tentadora variedad de productos de la huerta valenciana. Y oye, cacahuetes y olivas, que no falten.
Pero el confort no se encuentra solamente en las cucharadas de putxero, el vermut o los bocatazos; es el leitmotiv de este lugar. Estar a gusto entre cajas de verduras, con olor al caldo del arroz, cocinándose lento desde la mañana, mientras las conversaciones tranquilas de esta plaza medio escondida van dando paso al bendito jaleo del final del día. La Bernarda es un sitio al que siempre volver, donde sentirte en casa.
Carrer del Cobertís de Sant Tomàs, 7. Valencia.
Horario: todos los días de 9:00h a 17:00h. Jueves y domingos de 9:00h a 00:00hs.
Teléfono: 687 08 46 93
Texto y fotos: Marta Pascual