Llueve y hace frío. Ya nos hacíamos tomando cervezas en una terraza y entrándole a las sopas frías y ensaladillas rusas. ¡Ja! Ilusos. Vamos a centrarnos y a pensar bien las cosas, estamos en pleno marzo, es lo que toca y para comer lo que sigue tocando (y que combina espectacularmente con este clima) es un buen cocido madrileño. ¿Por qué obsesionarse con un clima caluroso cuando el calor lo puedes llevar dentro del cuerpo? Y cuando en Madrid se habla de cocido uno de los referentes que ilumina la mente de repente, es: La Bola.
Un buen cocido no tiene mucha ciencia, solo buenos productos cocinados con tiempo, con paciencia y más paciencia. En las cocinas de este tradicional restaurante se sigue cocinando los cocidos de jarras de barro individuales al carbón y que durante 4 o 5 horas cocina garbanzos, pollo, jamón, tocino, morcillo, patata y chorizo. Así cualquiera le hace frente al frío un domingo a medio día… acompañado de un buen vinazo, claro está. Desde 1870 la familia Verdasco -ahora con Mara a la cabeza-, se mantiene al mando de un lugar que empezó con una curiosa e ingeniosa forma de aprovechar el pequeño espacio que conformaba al restaurante. El ingenio ante todo. Y así, sus puertas veían entrar a las 12:00 del medio día a obreros y empleados para comer la sopa con garbanzos, a las 13:00 era el turno de los estudiantes a los que se les servía –por 1.25 pesetas– la sopa con garbanzos y el pollo. A partir de las 14:00, el cocido completo con carne y tocino decoraba las mesas de periodistas y senadores.
¿Un lugar turístico? Pues sí, y mucho, pero lo es porque aquí hay algo digno de ver y de comer. Su fachada roja se ha detenido en el tiempo y su interior aún conserva a camareros vestidos con chalecos elegantes -¡viva José Luis!- quienes solo tienen palabras de atención y buenas maneras para el cliente. Imposible resistirse a sus encantos, imposible vivir en un Madrid en el que no exista La Bola.
La Bola
De lunes a domingo:
1º turno: 13:30h
2º turno: 15.30h
Cenas: 20:30 – 23:00h
Texto: Eda Cóbar
Fotos: Marcos Ortiz