La Carpintería, lo mejor de la cocina vasca en Vigo

La movilidad de los grandes profesionales por la geografía española, además de ser una experiencia enriquecedora para quienes la practican, es un golpe de suerte de algunas ciudades que reciben a cocineros que aportan diferentes tendencias y estilos. Esto es lo que ha sucedido en la gastronomía gallega con la incorporación de los chefs vascos Elena Garmendia y Rafael Pérez que, con su restaurante «La Carpintería» en Vigo, han sumado las técnicas y tendencias de la reconocida cocina vasca, fusionándola con los platos tradicionales gallegos y dándole su toque personal de cocina viajera, fruto de sus experiencias personales en algunas de las mejores cocinas del norte de España como Santiago de Compostela, Santander y Gijón.

No fue ni en Santurce ni en Portugalete, ni en alguna otra zona de mar como podría haber sido si este proyecto tan personal se hubiera creado en su Bilbao natal, así que La Carpintería Gastrobar se situó desde 2014 en el tradicional barrio marinero vigués de Bouzas, en formato pequeño- sobre unas diez mesas- y en una antigua carpintería de rivera de la que el restaurante guarda todavía la esencia en su decoración y muchos guiños a lo que en un tiempo fue el local. La temática del restaurante es recrear platos de mar y de tierra con una técnica muy cuidada, aprovechándose del descomunal producto gallego, tanto en pescados como en carnes. Con esos mimbres y el conocimiento de dos cocineros con tanta experiencia, se elaboran deliciosas creaciones en forma de pinchos, tapas para comenzar o una diversidad de platos de un nivel superior.

La carta de «la Carpintería» se elabora en función de la temporada y el producto de los mercados y lonjas de las rías baixas, con mucha devoción por un producto contundente al que se le da el toque de elaboración que mas le convenga, con aires de cocina norteña. El estilo guarda una línea uniforme: platos meticulosamente elaborados con la virtud de que el producto sobresalga por encima de todo, de manera que aparecerán propuestas para comenzar del estilo de pintxo de calamar con teja crujiente, o ventresca de bonito con pimientos asados, o quizá un carpacho de carabineros y cigalas. Para continuar, siempre se recomendarán creaciones como lubina al horno con arroz de setas e infusión de hongos, o una delicia a base de rape, verduras y pulpo, o el muy recomendado tataki de atún. También platos de tierra como cordero asado a baja temperatura y prensado o pan de maíz con secreto ibérico a baja temperatura y encurtidos.

Y tras la tormenta de contrastes que Rafa plasma en platazos eficaces, que son un equilibrio entre potencia y delicadeza, aparece la repostería del restaurante, una faceta que no es complemento, porque en la Carpintería la parte dulce ocupa un lugar protagonista de la mano de la chef pastelera Elena Garmendia. Cada día Elena elabora, desde la mañana, alta repostería con influencias de las escuelas francesa y vasca, adaptadas a su propio estilo, de manera que no se trabaja con un carta fija de postres, habiendo siempre opciones para todos los gustos y sensibilidades. El amplio expositor de repostería, visible para los clientes, muestra las creaciones que son amor a primera vista, del tipo bombones, brownies, trufas, merengues, macarons… para que sea imposible pasar del postre.

En fin, La Carpintería es una idea redonda, por eso es muy recomendable reservar con toda la antelación posible debido al éxito del invento. Elena y Rafa son maestros y referencia para una generación de jóvenes chefs gallegos que se han formado con ellos. Han elegido que Vigo y muy concretamente la joya atlántica que es el barrio de Bouzas sea su lugar en el mundo. Cocina del norte, con producto gallego y una puesta en escena agradable a más no poder.