A la plancha, al ajillo, gabardina, en croqueta, en banderilla con mojo… gambas para todos los gustos, langostinos para volverse loco y solera como la que solo tienen los bares más castizos. Así es La Casa del Abuelo, mítico bar especializado en delicias bigotudas del mar con cuatro localizaciones diferentes en Madrid. El sitio es turístico, sí, pero bájate del carro del esnobismo y atrévete a codearte con los guiris mientras les enseñas que a las cabezas hay que chuparles la vida y tirarlas al suelo, para que le den un poco de vidilla al ambiente (y decoración).
En esta casa ahora se epecializan en gambas y vino dulce, pero cuando abrió, allá por 1906 gracias a Tomás del Hierro y bajo el nombre de La Alicantina en la calle Victoria, 12, se inclinaban más por los paladares golosos que buscaban rosquillas acompañadas de un buen vino. A partir de ahí la inventiva empezó a removerse hasta convertirse en la primerísima taberna que empezó a vender pan relleno de ingredientes como chorizo, anchoa o sobrasada hasta altas horas de la madrugada… Y así hasta que la Guerra Civil empezó a cotizar la harina a precio de lujo… y a convertirla en un producto escaso.
«¿Qué hacer, qué hacer para seguir teniendo clientela y dar algo original?» se preguntó Patricio Ruíz, el dueño de la época, cuatro generaciones atrás. La respuesta llegó a la hora de la compra en el mercado de Puerta de Toledo: las gambas. Siempre a precios populares, decidieron empezaron cocinándolas en la parrilla, luego les sumaron el ajo y el aceite chisporroteando y el resto, es historia que cuelga de sus paredes y en la sonrisa de sus camareros. Porque los que trabajan aquí lo llevan haciendo durante muchos años (de hecho, en los inicios del bar muchas veces no llegaban a superar los 13 años) y ni así dejan de freír gambas con alegría. Y mira que fácil no es, porque muchos al tercer día estarían del olor de gambas hasta las cejas.
Su famoso y particular vino dulce se llama ‘El Abuelo’ y por ello decidieron cambiarle el nombre a La Alicantina por el que hasta ahora se le conoce por toda la ciudad. Especializarse en un solo producto y explotarlo al máximo, ahí está el su secreto a voces que año tras año, va sumando historia.
Horario: de lunes a viernes de 12:00 a 00:00
Texto: Paula Móvil
Fotos: Diego Díez