Todo comenzó con Pepe y su pescadería, la más mítica del barrio valenciano de Ruzafa. Décadas después, en 2013, llegaron Carlos y Laura, una pareja que regresó de un viaje a Portugal enamorada de sus productos del mar, de su tradición conservera y de cómo se trabaja lo artesano. Pues todo eso lo quisieron trasladar a Valencia con La Conservera, que tres años después pasaría a llamarse La Cooperativa del Mar.
Era arriesgado, de hecho no había nada parecido en Valencia, pero la idea de crear un local dedicado en exclusiva a las latas de conserva, triunfó. ¿Dónde? Justo en el local que Pepe y su pescadería acababan de jubilar. Era el sitio idóneo, no podía ser otro.
Misma esencia, mismos sabores, mismo concepto: latas en conserva, todas importadas directamente de tierras portuguesas y de una calidad-precio imbatible. En variedades tampoco se quedan cortos: un total de 50 tipos de conservas llenan la pared que hay tras la barra. Ellas son las reinas, y el ingrediente estrella de todos sus platos.
Todo el equipo de La Cooperativa del Mar va a una con una premisa muy clara a la hora de trabajar: la verdadera esencia de sus platos está en manipular lo menos posible al producto. De ahí que todos sus platos tengan un sabor a mar de verdad, sin añadidos ni salsas que puedan enmascararlo.
¿Es posible innovar entonces?, ¿cómo se consigue sorprender al comensal con una oferta tan definida? Los platos de Luisma, el chef, ya son todo un clásico; pero su imaginación a la hora de jugar con los diferentes matices y sabores de las conservas es lo que hace que siempre encuentres algo nuevo en la carta de La Cooperativa del Mar.
Ejemplos: anguila ahumada (la más pescada por los comensales), sardina picante, bacalao, atún, bacalao picante, etc. Solas o como protagonistas de los platos del día que ofrecen, como el cous cous, ensaladas, pasta fría o cremas. Pero si estamos en Portugal, no pueden faltar muchos de sus licores, el vinho verde o el Oporto, que también traen directamente desde tierras portuguesas.
Pero no os perdáis la decoración y el ambiente que han logrado recrear. De la Pescadería de Pepe conservan el rótulo del exterior que ahora decora parte del local, los azulejos de la pared, las mesas con parte del mármol del antiguo mostrador y hasta la báscula con la que se pesaba entonces el pescado.
Entrar en La Cooperativa del Mar es trasladarte a los tradicionales puertos y verbenas portuguesas con sus bombillas de colores. Es dar bocados de mar y ofrecerle a los valencianos una oferta única en su ciudad.
Lo de Cooperativa, además, no es casual. Una de las señas de identidad de este bar de conservas es cooperar con la gente y los negocios del barrio, porque les gusta ser bar de barrio. Como ejemplo, las sardinas de chocolate que tienen como postre, son de la chocolatería Utopick, vecinos y amigos con los que colaboran, entre otros.
Para los que todavía dudéis sobre si se puede ser creativo en el mundo conservero, os diremos que en sus habituales catas de equipo, Román y compañía han llegado a probar más de 200 tipos de conservas. Casi nada si te confiesas un amante de este tipo de locales, únicos y geniales en su especie.
Pero no busques lo gourmet; La Cooperativa del Mar no va de eso; va de ofrecer buenísima materia prima a un precio más buenísimo aún si cabe. Buen sabor de boca no te faltará cuando salgas por la puerta, palabra del capitán.
C/ Literato Azorín, 18 46006 – Ruzafa – Valencia
Horario: Lunes, Martes, Miércoles y Jueves 19:00 – 0:00h / Viernes 19:00 – 1:00h / Sábado 12:30 – 16:00 / 19:00 – 1:00h / Domingo de 12:30 – 16:00 / 19:00 – 0:00h
Precio medio: 10/12 euros p/p.
Texto: Gemma Bargues
Fotos: Laura Torres