Pocos lugares conservan una esencia tan pura a pesar de llevar abiertos un siglo. Attilo Rivali se trasladó con su familia desde Génova exportando su negocio a un pequeño quiosco ubicado en las Ramblas pero enseguida se le fue quedando pequeño mudándose al local actual,en la calle Bonsuccés, del que no se han movido desde 1904. De padres a hijos, la estirpe Rivali ha ido legando sus habilidades, técnicas y conocimiento en el arte de la gastronomía genovesa hasta su heredera actual, Carla Rivali.
La Italiana ofrece una amplia selección de productos de importación y fabricación artesanal propia. En la tienda pueden encontrarse vinos, cafés, conservas, aceto balsámico, embutidos,la auténtica mozzarella de búfala, salsas y pastas artesanas elaboradas diariamente y cualquier tipo de condimento que pueda acompañar un buen plato italiano.
Para los Rivali, la base de la cocina tradicional, de mercado y también de autor es siempre la materia prima de calidad. Carla, la actual propietaria, cuenta que ha heredado las recetas de su bisabuela y de su abuela (el pesto y la bolognesa no han cambiado en nada) y la tradición de la Escuela de Génova pero siempre evolucionando para adaptarse a los nuevos tiempos. Lo más importante, dice, es la fidelidad del cliente, un cliente generacional fiel a este local que ha sabido contagiar a familia y amigos el hábito del consumo responsable, artesano y del barrio de toda la vida. Cada día se acercan hasta aquí los asiduos para hacer su compra semanal o en busca de su menú diario para llevar: lasagne de carne o berenjenas, fettucce con gambas, canelones de espinacas, risotto, calamares rellenos, callos o pollo al limón entre otros.
Desde hace algún tiempo también es posible participar en los talleres para grupos pequeños que organizan en el obrador, donde enseñan pautas sobre cocina italiana o degustaciones de menús. A pesar de los tiempos difíciles, La Italiana Rivali sigue llena de fuerza. El secreto es ser igual de exigente que el primer día, conservar la ilusión, la constancia y renovarse con el tiempo sin perder el origen ni la tradición. Así se recogen los frutos de un trabajo bien hecho y sino que se lo digan a Carla que ha crecido detrás de uno de los mostradores con más historia de esta ciudad.
Menú del día para llevar 8 euros.
Horarios:
Lunes a jueves: 9.30h – 15.30h
Sábados y domingo: cerrado
Texto: Nuria López Candela
Fotos: Cecilia Díaz Betz