Alain Guiard y Marc Martin son los dos socios al frente de La Mundana, el local que todo Barcelonés debería catar antes de que muera del éxito. Aunque por ahora llevan este éxito más que bien, desde que abrieron hace ya dos años no han parado de triunfar, y a día de hoy La Mundana ya es considerado uno de los mejores restaurantes de Barcelona.
Abierto como vermutería en su día, Alan y Marc querían hacer un concepto sencillo y desenfadado, pero se les fue de las manos. Les gusta complicarse y aquí en la Mundana se complican en el buen sentido. Nos encontramos algo más cercano a una Gastrotaberna que a una simple vermutería, con raciones de platos clásicos y no tan clásicos siempre con un giro para adecuarlo a los tiempos o a su propio estilo.
Alain Guiard no es un recién llegado a la ciudad, antes estuvo en Can Fabes, Àbac y en el Mandarín Hotel, se dice pronto. Después de abrir Santa Burg, su proyecto de hamburguesería gourmet, quiso lanzarse a por algo todavía más ambicioso. La Mundana es el resultado.
¿La marca de la casa? El humo: han construido incluso su propio mini ahumadero para darle su sello personal a sus creaciones. Y funciona. Lleno cada mediodía y cena, abren todos los días y a la noche hacen dos turnos. Recomendamos que reservéis con tiempo para degustar su famosa brava (en forma de lingote), su ensaladilla o las croquetas. Si nos ponemos finos (debemos) hay que catar el pulpo con panceta o unos increíbles guisante lágrima (aprovechad la temporada), los buns de rabo de toro o anguila teriyaki y por supuesto sus famosas ostras ahumadas.
Muy buen rollo, accesible y fácil, buenos vinos y vermuts, comida rica y singular, buen precio. ¿Podemos pedir más?
De martes a sábado de 13h a 16h y de 20h, domingo de 13h a 16h
Precio medio 35 €
Texto y fotos: Ricard Raventos