Cuenta la leyenda que, para cenar, al Conde de Sandwich le gustaba mucho atraparsuculentos trozos de carne entre dos rebanadas de pan porque así podía seguir jugando a las cartas y evitar mancharlas con sus dedos grasientos. No es que él fuese el inventor de este alimento, pero su título sirvió para ponerle nombre a uno de los manjares más populares y socorridos del mundo.
En España, somos más de bocadillos que de sandwiches y si hay un bocata que nos distingue, el Pepito de Ternera es un firme candidato. Nada que ver con el sándwich de bistec que te sirven al otro lado del Atlántico, con su pan de centeno, verdura y condimentos. El Pepito, al igual que la mayoría de españoles, no se anda con rodeos: pan con filete. Y, si hay suerte, un pimiento verde. Nunca ha hecho falta más para hacerlo irresistible, incluso cuando el pan es elástico y la carne tan resistente como unos neumáticos Pirelli. El señor Pepito es el niño guapo y rudo de los bares pero gracias a Sofía Boixet, una barcelonesa de descendencia andaluza, a esa merienda le ha salido una novia: La Pepita. Una opción mucho más tierna, sujetada entre dos finas rebanadas de pan de pueblo cortadas con el cortafiambres y ligeramente tostadas a la plancha. Lo mejor es que no ha venido sola a la fiesta, se ha traído a su chupipandi: la Pepita de salmón, la Pepita de morcilla con manzana y, la simpática del grupo, la Pepita de foie. Si le dierais a elegir al Conde de Sandwich entre el viejo Pepito y su nueva versión, sabemos perfectamente con cuál se juega más cómodo al Texas Hold´Em.
La carta de este gastrobar no se queda en la anécdota del bocata. La pareja de Sofía, el chef Sergi Andreu, tiene unos cuantos trucos guardados en la manga que detienen conversaciones. Y es que, ha sabido darle un giro a las clásicas tapas de la ciudad potenciando sabores nuevos y añadiéndoles su toque personal, como el Carpaccio de cecina con alioli de ajoblanco y pimienta negra tostada con soplete o la Anchoa con dulce de leche que consigue que se te vaya la olla sólo con probarla. Si Sergi nos hubiera cedido el espacio en su apretada cocina, le hubiéramos montado un pequeño altar de adoración con velas y muñecos de Yoda, porque el tío domina los sabores como un Jedi.
Este rincón al pie del barrio de Gracia sobresale también por el trato personal que muestran Sofía y su equipo de sala, entre los que se encuentra su propia familia y uno de los camareros más simpaticos de la ciudad con cierta semejanza a Sergio Ramos. Nada más entrar, te contagian la ilusión que muestran por servirte todas las delicias que preparan cada día. Y lo correcto es dejarte llevar por sus sugerencias porque te garantizamos que estás en buenas manos.
Para conocer un poco mas a Sofia y Sergi, echad un vistazo al video que Plateselector hizo sobre La Pepita aqui.
La Pepita
932 38 48 93
Lunes 19:30 – 01:00
Martes – jueves 09:00 – 01:00
Viernes 09:00 – 02:30
Sabado 10:00 – 02:30
Cerrado domingos
Precio medio: 25 – 30€
Texto: JW
Fotos: Marina De Luis