Sin duda, la localización clave donde se encuentran el lujo y la gastronomía exquisita. Su menú degustación comienza con un toque muy español gracias a los finger foods que ofrecen: aceitunas y zanahoria bañada en zumo naranja valenciana con un toque de anacardo rallado, continuados de una focaccia artesanas con anchoa del cantábrico y mantequilla en base de queso de cabra y por último un pepito relleno de titaina con crema de piñones, mojama y cebollino. Los platos fuertes comienzan con un steak tartar mar y montaña con gamba de Huelva y ternera Gallega; o con caviar de Rossini; el ahumado al sarmiento; el tradicional, o de remolacha a la brasa en salsa de yogurt, para los vegetarianos, acompañados de un pan de masa madre de calabaza o aceituna del horno Jesús Machi, seguido de una ensalada de tomate valenciano con burrata, salsa de basilico en aceite, y para terminar un bogavante al tuétano hecho al josper. Todo ello marinado con vinos y cava, pero la guinda del pastel es el postre: soufflé dulce de leche y una macedonia de frutas muy especial.
A su carta se han incorporado nuevos platos recientemente, persiguiendo la estacionalidad de los ingredientes y esa vuelta de tuerca al recetario tradicional. Si visitas La Perfumería ahora podrás disfrutar de un rape asado en all i pebre y azafrán o el arroz de pato con judías y alcachofas. Nuevas propuestas que juegan con productos de temporada, de proximidad y que son idóneos para despedir el verano, que parece no terminar nunca.
Pero La Perfumería, que recibe su nombre en homenaje a la memoria histórica del edificio donde se sitúa y en el que se encontraron restos de la perfumería romana del siglo II. No solo es un restaurante, también cuenta con una azotea espléndida que nos desvela los secretos del centro histórico de la ciudad gracias a su vista panorámica 360. El sitio perfecto donde disfrutar de una coctelería creada por la mixología Esther Medina-Cuesta quien logra una interesante carta que fusiona el mejor producto local de temporada con las creaciones más clásicas. El mejor ejemplo de ello es el Nuclear Daiquiri, el Pisco Sour, el Mai Tai o la icónica Agua de Valencia servida en una exclusiva vajilla de Lladró. Además la carta de cócteles no discrimina a nadie, ya que ofrece propuestas sin alcohol o de baja carga alcohólica (no & low) como el Fruity Kiss o el Eclïpsis.
Pl. de Manises, 7, 46003 València, Valencia
Horario: de martes a sábado de 13:30 h a 15:30 h y de 20:30 h 24:00 h. Domingo de 13:30 h a 15:30 h. Lunes cerrado.
Precio medio: 40 €
Texto y fotografía: Laura Torres