Según la Real Academia Española, el deseo vivo y pasajero de algo corresponde al antojo. Y es justamente en este estado en el que hoy te despiertas. Así que no hay nada más sabio que escuchar a tu cuerpo y lanzarte en busca de esta satisfacción. Si no puedes hacerlo nada más levantarte, tienes la oportunidad de hacerlo a mediodía o incluso para cenar.
Lalo! es un restaurante de barrio que se creó hace casi un año para dar respuesta a ese tipo de estado. Una larga mesa de madera al estilo “tavolata” italiana con capacidad para unas cuarenta personas reúne a los comensales y es la base sobre la que se sirven los platos. Los cubiertos y las servilletas se encuentran en unos cestitos centrales repartidos por la mesa con acceso directo para cada cliente.
El ambiente es relajado e informal y el espacio es abierto de manera que uno se puede entretener observando la preparación de los alimentos o la zona de panadería y pasta fresca. El murmullo de la gente se mezcla con el tintineo de las ollas y junto con las guirnaldas de luces que cubren la mesa uno se siente como en la fiesta mayor de su barrio, pero sin elementos de plástico y comiendo extraordinariamente bien.
Eduardo García, uno de los chefs mexicanos más en boga últimamente y su esposa Gabriela, decidieron crear este concepto de restaurante para que los vecinos de la Roma tuvieran un lugar de encuentro donde desayunar, comer o cenar algo rico a un precio moderado. Cuatro años antes intentaron desarrollar este proyecto con Máximo Bristrot y les fue tan bien que sin darse cuenta empezaron a recibir clientes de diferentes partes de la ciudad ávidos por degustar propuestas sofisticadas y novedosas y casi sin quererlo se convirtieron en el restaurante de referencia del momento. Así que tras tres años de éxito rotundo, se dieron nuevamente la oportunidad de materializar la idea que en su momento tuvieron que dejar de lado. El resultado fue Lalo!.
Muchos factores contribuyen a que sus huevos con escamoles, por ejemplo, el caviar mexicano, a saber, huevos de hormigas que explotan en la boca dejando una sensación de frescura e intensidad al mismo tiempo, sean tan deliciosos. Por supuesto, Eduardo tiene un currículo y una técnica impecables, muchísima dedicación y sobre todo, una gran pasión. A todo esto saben sus creaciones.
Otra opción exquisita para golosos mañaneros es el French toast. Asegúrate de no haber cenado la noche anterior o de no comer en unas cuantas horas despúes de esta experiencia. Se trata de un brioche casero de una esponjosidad envidiable pasado por la plancha, recubierto de un dulce coulis de frutos rojos y un toque de nata para neutralizar texturas y sabores.
Los carnívoros insaciables también pueden satisfacer su antojo desayunando unos tacos de lechón acompañado de cualquiera de las opciones de jugos o licuados.
Durante el día, las pastas frescas hechas por ellos se han ganado una buena fama, como por ejemplo, las Tagliatelle negras con calamar, menta y serrano. También hay opciones de recetas vegetarianas, de pescado y de carne e incluso tienen pizza margarita.
Su carta es variada y está llena de antojos que no hay ojos que se les resistan. Sin duda, habrá que explorar cada uno de ellos… ¡Qué placer!
Próximamente van a abrir su tercer restaurante en la colonia Juárez en el que ofrecerán comida francesa.
Lalo!
Calle Zacatecas 173 Colonia Roma Norte, México D.F.
Horarios: Martes a Domingo
Desayuno 7:00 – 12:00
Comida 13:00 – 19:00
Cena 20:00 – 23:00
Texto: Livia Arroyo Cella
Fotos: Guénola Bally