¿Hay algo más clásico que un buen plato de patatas bravas? Esa tapa española por excelencia que tanto nos caracteriza de cara al resto del mundo y que nos encanta acompañar de una cerveza fría. Su origen es sinónimo de disputa, al igual que su manera de cocinarlas o servirlas.
Con el paso del tiempo los métodos de elaboración han ido cambiado, y cada chef ha decidido aportarle un toque personal al plato, es por ello que es complicado definir con exactitud cuáles son las más auténticas. Aquí tenéis nuestras favoritas, después de una intensa ruta por los bares y restaurantes de Barcelona nos ha sido imposible categorizar cuáles han sido las mejores, así que os invitamos a probarlas todas y que decidáis vosotros.
Si bien hablábamos hace un momento de la evolución de esta mítica tapa y sus diferentes versiones en el espacio-tiempo, en el Bar Tomás no entienden de ello. Aquí el tiempo no pasa, y es que desde 1919 este mítico bar de Barcelona sigue ofreciendo las mismas bravas de toda la vida.
Un plato de bravas a la antigua, pero 100% “Made in Spain”. El trato amable de sus versados camareros, el estilo de bar de toda la vida, su salsa casera con un toque picante y su estilo de cocinar la patata le otorgan el premio de encontrarse entre las mejores bravas de Barcelona. Si buscas la palabra bravas en el diccionario debería aparecer Bar Tomás. Sin duda, vale la pena pasarse por aquí y probarlas tú mismo.
Esta bodega situada al norte del barrio de Sants, famosa por sus bocadillos, recrea su manera de ver las bravas. Un legado bodeguero de más de 50 años que ofrece todo tipo de tapas y buen vino.
Tradición y buen comer en un pequeño local que nos sorprende con su innovador concepto de bravas servidas en un pequeña cazuela de barro. Una tapa integrada en la carta por petición popular, que incorpora una salsa de chipotle picante, un poco de pimentón picante y romero espolvoreado por encima. Las patatas se fríen con piel al momento, lo que le aporta una textura diferente en boca. Una variación que las hace especiales.
Situado en el corazón del Raval, este bar de copas cosmopolita y variopinto sorprende por su carta económica de pastas y tapas variadas. Famoso en el barrio por su ambiente internacional y sus cocktails, acompañados de una banda sonora especial que llama al jolgorio.
Su inmenso plato de bravas fritas al momento en cuadrados, como la receta tradicional lo indica, vienen acompañas de una salsa rosa casera y decorada con un poco de pimentón picante por encima. Lo mejor de todo es poder disfrutar de un buen plato de bravas mientras tomamos el sol en una de las mesas de su terraza inmersos en la vida cotidiana del barrio.
El bar de tapas por excelencia del barrio del Born de Barcelona, y uno de los mejores locales de la ciudad condal. Su trato cercano, una carta perfectamente equilibrada y su manera de ver y sentir la cocina le han colocado entre los lugares más queridos por turistas y locales a la hora de salir a picar algo.
Toda su carta es una obra maestra y si tenemos que hablar de sus bravas, no podría ser menos. Con una textura delicada y similar a las patatas pochadas, presentan una capa tostada por fuera pero tiernas por dentro. Perfectamente elaboradas incorporan una salsa de tomate casera y un alioli casero con un toque de aceite de paprika. Si aún no conoces el Bar del Pla, esta es la ocasión perfecta para degustar una de las mejores bravas de Barcelona.
Este restaurante, situado en el barrio Gótico y muy cerquita de las Ramblas, destaca por disponer de una carta totalmente apta para celíacos e intolerantes. Inspirado en una gastronomía propia del norte de Italia, nace la idea de crear una sinergia única e innovadora entre la cocina catalana e italiana.
Esa fusión gastronómica es vigente en su plato “Las bravas que soñaban ser patata”. Poco os podemos decir de estas bravas tan peculiares, solo que tenéis que ir a probarlas y tratar de adivinar que hay en su interior. Os adelantamos que su salsa de tomate casera se hace a base de un sofrito de ajo y cebolla con tres tipos de chile, uno de los cuales es ahumado. Además, incorpora una salsa de alioli suave completa por una parte de ajo crudo y tres partes de ajo cocido. Todo ello junto con un toque de aceite de chile para potenciar su sabor.
No te dejarán indiferente. ¡Ve y déjate sorprender!
Texto: Alejandro Moneva
Fotos: Anel González