Ola de calor. Y ya no sabemos si ésta es la segunda, la tercera, o si directamente los hombres del tiempo nos están engañado, que no hay olas, que este verano va a ser así. Pero ¡menos mal que existen las terrazas! Aquí te proponemos unos cuantos de estos pequeños oasis en los que combatir las altas temperaturas de Barcelona. Ya lo sabes, la próxima vez que te encuentres a tu vecina en el ascensor y te saque el tema del calor ¡recomiéndale una de estas terrazas para que vaya a refrescarse!
A medio camino entre Sant Antoni y Poble Sec se encuentra este pequeño local con mucho encanto. Después de dar un vistazo a las ilustraciones que decoran su interior, te recomendamos que busques un sitio en la terraza y disfrutes de una buena caña o vermut. ¡Acompáñalo además de unas buenísimas tostas!
En el momento que pruebes su tosta de pan con bull de Gironella, rúcula y miel, o la de salmón, crema de alcachofa, eneldo y alcaparras, ya tendrás ganas de volver. Si te apetece una opción vegetariana podrás escoger entre la variedad de patés vegetales que ofrecen: humus y remolacha; paté de calabaza, cacahuetes, curry y quinoa; champiñones, mijo, ajo y perejil. Degusta todo bien acomodado en la terraza ¡y deja que pasen las «olas»!
Foto: Paula Belil
Siéntete en la Barceloneta como si estuvieras en la californiana Venice Beach. Y es que Alex Knoepfel tuvo la idea de montar una piscina de olas en Barcelona, aunque finalmente decidió mojarse con otro proyecto, el Surf House. En primera línea de mar podrás disfrutar de la comida saludable que ofrece este local, e hidratarte con sus refrescarte bebidas.
Cuentan con una amplia carta de cócteles, como el exótico Japan Mary (con sake, zumo de tomate, wasabi y jengibre) o el delicioso Shane Cucumber (elaborado con Saint Germain y tequila Don Julio). Si a pesar del calor todavía quieres sudar un poquito más, Surf House organiza también entrenamientos de fitness y running a pie de playa ¡y sesiones de paddle surf a la luz de la luna! Tranquilo, después de esto, podrás reponerte con una de sus fantásticas hamburguesas, como la Namaste Tandoori (filete de pollo con salsa tandoori, verduritas pochadas y chutney de mango) o la Cangreburger (mezcla de cangrejo con cebolla, tomate, salsa, crema agria, salsa rosa, eneldo y patatas paja).
Foto: Paula Belil
¿Trabajando en pleno verano en el centro de Barcelona? Tal vez estarás con la mente puesta en la vacaciones, pero todavía te quedan unas cuantas, y calurosas, jornadas de trabajo. Seguramente tampoco tendrás muchas ganas de irte a casa a cocinar, eso, si tienes algo en la nevera, así que ¿por qué no optar por un socorrido bocadillo? En el Bar Mendizabal del Raval te aseguramos que ofrecen algo más que pan untado de tomate y aceite.
Las combinaciones de ingredientes que vas a encontrarte dentro del pan tostado no pueden ser más acertadas, prueba el bocadillo de jamón con queso de cabra y vinagre balsámico, o el de salmón con rúcula, tomate, aguacate y wasabi. ¡Y anímate con una piña colada! las vacaciones están a la vuelta de esta esquina del Raval.
Foto: Sonia Zaghbani
El Eixample también te ofrece sitios en los que poder disfrutar de las largas tardes de verano. El Rekons debe su nombre a la mezcla de culturas argentina y catalana, del quechua «reko» que significa aguas claras y «racons» de rincones favoritos en catalán. Entra en su local, antigua Granja Canigó, y sorpréndete con el mostrador de empanadas.
Si eres capaz de elegir entre toda la variedad expuesta, empanadas de pollo, cebolla y queso, champiñones, caprese, berenjena o de espárragos trigueros, siéntate en la terraza y observa como va atardeciendo en la ciudad. Te encontrarás tan a gusto que no querrás dejar pasar la oportunidad de pedir también las deliciosas patatas del Rekons y su ensalada «Kilombo» con fresas, piña, aguacate y espárragos.
Foto: Lita Bosch
Si tienes la suerte de encontrarte por el barrio de Sarrià, estarás cerca de hallar el oasis que va a salvarte del ruido y calor sofocante que se siente en las calles de Barcelona. El Dos Torres se encuentra en una preciosa villa modernista, y podemos asegurarte que una vez dentro, te costará salir. Tal vez encuentres difícil la elección entre su selección de tapas y platillos, seguramente has decidido olvidarte de todo lo que ocurre en el mundo exterior contemplando la jacaranda de su terraza. Así que vamos intentar ayudarte.
No te equivocarás si te decides por el sashimi de salmón marinado, el vasito de gazpacho de tomate y cereza con nieve de queso o el ravioli artesano. Acertarás con el canelón de aguacate y tartar de atún rojo. Pero es que tampoco puedes dejar de perderte el pulpo asado al aceite de pimentón de la Vera, ni el ceviche de bacalao, ni el tartar de buey cortado a cuchillo. Tómate tu tiempo, que no hay prisa.
Foto: Mahala Marcet
El verano también es época de fiestas de barrio, y una de las más concurridas es la del barrio de Gracia. Si estás por el barrio durante esos días tal vez te toque compartir un metro cuadrado de calle con unas cuantas personas más, así que huye del calor humano y pásate por el Mama’s Cafe. Una vez allí, avanza hasta el fondo del local, descubrirás una pequeña pero acogedora terraza.
En su carta, opciones para carnívoros y vegetarianos. Tanto si eres más de sandwiches como el de roast beef con gruyere y champiñones, o por el contrario, te tira más el de tofu, aquí habrás encontrado un sitio en el que olvidarte de lo que se está cociendo ahí fuera.
Foto: Cecilia Díaz Betz
Una de las cosas buenas que tiene Barcelona es que aquí sí hay playa. Y por fortuna, cualquier playa tiene su chiringuito. El Xup Xup, se sitúa bajo el paseo marítimo de la Barceloneta y su terraza está en la misma arena, a escasos metros de la orilla.
Disfruta de unos chipirones fritos, una sopa de pescadores, una paella de pescado y marisco o un arroz del Señorito, sin tener que levantar la vista del mar. Si aún no tienes suficiente, prueba también la suprema de merluza con crema de suquet de roca o unos raviolis gigantes de espinacas, calabacín y queso fresco. Y por si esto fuera poco, aquí no te van a mirar raro si dices que vas sin reserva, porque intentarán buscarte un sitio a la mínima oportunidad.
Foto: Cecilia Diaz Betz
Las buenas hamburguesas han hecho que en este local se reúna gente de los sitios más diversos, empezando por los mismos propietarios de Makamaka Beach Burger Cafe. Situado junto al mar, este local surfero de nombre hawaiano ofrece deliciosas hamburguesas de inspiración norteamericana con toques internacionales.
Pero no todo acaba aquí, Makamaka además sirve increíbles cócteles diseñados expresamente para su carta, como el Mexican Breakfast (tequila, espresso, licor de canela y licor café), el Wild Navy (gin, albahaca, azúcar, limón fresco, soda y fresa), el Big Kahuna Mojito (ron, fruta de la pasión, jarabe de miel, menta y soda) o el American Barrel (bourbon, oporto, naranja, limón y jarabe de canela). Con un cocktail así en la mano, ya habrás dejado atrás todas tus preocupaciones.
Foto: Cecilia Diaz Betz
Esta última propuesta no está en Barcelona, pero bien merece una escapada fuera de la ciudad. Este restaurante de Calella de Palafrugell empezó su actividad ofreciendo «take away» para servir a los barcos que rodean su costa, pero con el paso del tiempo se ha convertido en el restaurante de cocina mediterránea que actualmente es.
El Tragamar se abastece de producto local, como el pescado de Palamós o las verduras de l’Empordà, con el que preparan sus demandados arroces caldosos o su arroz de Bogavante. Teniendo en cuenta que estarás prácticamente con los pies metidos en la arena, no hay mejor plan que redondear la experiencia playera con unas sardinas a la brasa. Y es que la vuelta a la gran ciudad puede esperar.
Foto: Cecilia Díaz Betz
Texto: Gemma García