Rob y Peter se conocieron en la calle de la Luna, cuando Peter empezó sus pinitos en el mundo de la coctelería. Como buen escocés y londinense iban “poco a poco” adaptándose y acomodándose al modo de vida español. Por aquel entonces tenían bastante tiempo libre de día, se la pasaban entre el campo de golf y el Koku Kitchen, hablando de planes, proyectos e ideas que les permitieran instalarse en Barcelona de forma indefinida. Y así, entre ramen hecho por irlandeses, decidieron montar un bar-cevichería en el barrio del Poble Sec: el Lascar 74.
Los lascar fueron marineros, mayoritariamente provenientes de la India, pioneros trotamundos en una época en que se inició la globalización gastronómica a través de la navegación mercantil. Y de estos personajes bebe el internacional Lascar 74, que se define como “una mezcla de sabores y culturas que refleja el tránsito de ideas y gentes en el planeta” y en concreto, en la cosmopolita ciudad de Barcelona, villa portuaria, de paso sea dicho, también.
Estos chicos decidieron partir de una idea simple: una cevichería. Una vez el concepto estaba claro y definido “pescado crudo/limón”, empezarían a jugar con él. Sus influencias van desde el Laksa, pues el padre de Rob es malasio, pasando obviamente por la cocina Nikkei y cómo no, también encontraremos trazos de la comida española en su menú.
Como buenos alumnos en esto de la emprendeduría culinaria tuvieron un chef peruano dándoles clases durante varios meses, actualmente cuentan en “los fogones” con la magia del argentino Federico, quien afirma no ser chef sino cocinero, categorías a parte, nosotros nos quitamos el sombrero.
Para empezar a modo de amuse-gueule, que dirían los franceses, recomendamos las zamburiñas al horno, la combinación del marisco cubierto de una capa de queso parmesano y salsa huancaina es un deleite para el paladar, seguimos con el rey de la casa, el ceviche, cualquiera que sea, porque todos están muy logrados y su presentación es impecable. Aunque si no tuviéramos más remedio que elegir uno… nos quedaríamos con el verde (con cilantro y chica de jora) entre los “Ceviches clásicos Lascar” y con el japonés (de atún con soja, sésamo y jengibre) de “Ceviches del mundo”. Una buena opción es elegir las raciones pequeñas de ceviche, así en grupito se pueden probar varios y, lo mejor: luego te puedes pedir el pulpo, su versión particular del pulpo a la gallega. Para acabar, los postres del Lascar dejan con muy buen sabor de boca, todos están muy elaborados pero quizás podrías iniciarte con el lascar lemon pie, receta secreta de la madre de Fedy, el cocinero. Aunque os confieso que mi dulce preferido es el Chilcano (=cubata): La Morada.
Sí, la mejor forma de especiar este festín es de la mano de Peter y sus cocktails, os fijaréis que en la carta sólo tienen pisco, cerveza y vino (muy bien elegido con la ayuda de La festival, the place to vi), y eso es una declaración de intenciones en toda regla. Infusionan de forma totalmente artesanal las especias (café, vainilla, ají… y muchas más) que luego encontrarás en tu copa. Se han montado un pequeño laboratorio de experimentación para ir sacando nuevos siropes continuamente y condimentar los piscos/chilcanos diferentemente. Como ya hemos dicho anteriormente, estos chicos han venido a jugar, ¡y parece que a ganar también!
Pero además del producto, el ambiente es muy importante para estos dos socios, eligieron Poble Sec pues en este barrio han encontrado su felicidad, les gusta a nivel personal y profesional, creen que refleja este espíritu que buscaban de internacionalidad, tropicalidad y buen rollo, además de sentirse muy bien acompañados teniendo como compañeros de viaje a locales como Village, Casa Xica, Mano Rota, Malamén, Hotel Brummell, Pakta, e incluso el genuino Tomaquera. Parece que el Poble Sec está que arde y que, afortunadamente, el Ayuntamiento lo ve con buenos ojos.
A nivel de interiorismo, y especificando que en Enero cerraron durante un mes de beauty holiday para la puesta a punto final y la construcción de una nueva zona de cocktails, donde poder también practicar el fast-food (para los que siempre andan con prisas). Han creado un espacio versátil consiguiendo diferenciar la zona de restaurante de la de barra sin ningún tipo de separación física, en un perfecto ambiente effortless chic. Encontramos como elementos la madera, el mármol y la pizarra, siempre es de agradecer un local que te transporta al tan anhelado verano, la madera la ha puesto Mark Bufano, curiosamente de Woodwork 74, entre todos han logrado un lugar que querrás convertir en tu nuevo sitio preferido en la ciudad.
Lascar 74 es una cevichería-bar de día, de noche, para comer y beber o sólo pasar a tomar algo, para comidas de negocio, con amigos, con tus primos, para tu cumpleaños, en una primera cita… En fin, es un local hecho con mucho amor y pasión, se nota que han creado un lugar donde estar a gusto (son conscientes de las horas que pasarán allí los próximos años) y eso se transmite. Por último, stay tuned! pues a principios de junio lanzan nuevo diseño de carta con platos exclusivos que no han querido desvelar, más vinos y… ¡diversión asegurada!
Estos golfistas, ¡han dado un buen golpe!
Nota para alérgicos e intolerantes: En su menú indican debidamente el contenido de lactosa y gluten en sus platos.
Carrer del Roser 74, Barcelona
Teléfono: 930 179 872
Horario: Martes a Viernes de 13:00 a 16:00 y 19:00 a 00:00, Sábado y Domingo de 13:00 a 17:00 y 19:00 a 00:00
Texto: Eugenia Torrent
Fotos: Anika Stieling