Lata-Barra

Carmen del Pino ha sabido servirse de originalidad y sencillez para crear un nuevo formato de gastrobar en Barcelona. Situado junto a la Sagrada Familia, este local ha pasado de ser una antigua peletería a una latería gourmet.

Un antiguo maniquí y una máquina de coser rescatados del antiguo negocio contrastan y añaden personalidad a un espacio acogedor que destaca por la presencia de madera, el suelo hidráulico de mosaico, una larga barra de mármol y varias sillas y mesas recicladas. Un interiorísmo de estilos modernista e industrial hace que este espacio tome sentido dentro del entorno y del barrio en el que se encuentra.

La dueña del local cuenta que la idea surgió al conocer los productos de La Belle Iloise. Una empresa familiar fundada en Bretaña el año 1932 que elabora conservas gourmet de forma tradicional para respetar el producto y preservar su sabor.

De toda su oferta, Carmen eligió más de 20 variedades de latas de atún, caballa y sardinas (entre muchas otras) que le han servido para crear su propia carta en Latabarra. Desde un principio, la intención ha sido ofrecer un producto común presentado en un formato estándar de una forma distinta y llamativa. Diseñadas con un packaging de estética vintage y colorida, cada una de las latas funciona como una receta en sí misma.

Algunos de sus hits son la Caballa al Curry con curry, leche de coco, almendras, cebolla y mostaza; las Migas de Atún a la Luzienne que destacan por llevar cebolla, pimiento rojo, pimiento espelette y jamón de Bayona o la Mousse untable de Langosta al Coñac. Un nuevo concepto ideal para amantes de las conservas selectas y del aperitivo local.

Por si no fuera suficiente con estas pequeñas dosis de placer, Carmen siempre acompaña cada uno de estos platos con ensalada, cous-cous o pan. Y además, ofrece la posibilidad de acompañarlas con tablas de quesos o embutidos, banderillas o platos fuera de carta; así como maridarlas con un vino o vermut de Casa Mariol (amigos y vecinos del barrio) o una cerveza artesanal bien fría.

Los que no dispongáis de tiempo para probarlas en la barra podéis llevároslas a casa y llenar la despensa con una selección personal que termine con las cenas insípidas y aburridas entre semana.

Acérquense, elijan y disfruten.