A pocos metros de la estación de Legazpi, en el Paseo del Molino, se encuentra el bar-restaurante vasco Latxaska Etxea. Su propietario, Máximo Alesanco, bilbaíno de pura cepa, decidió hace diez años establecer su negocio allí (anteriormente Latxaska se encontraba a unos metros de distancia, en el Paseo de las Delicias).
No es casualidad que Latxaska Etxea se encuentre en Legazpi. En Gipuzkoa existe una localidad costera con el mismo nombre. En realidad, todo en este restaurante tiene aires norteños, aires de Euskal Herria. Latxaska Etxea es un homenaje al País Vasco, a sus productos, a sus formas de cocinar, a su gente.
En él se priman los productos frescos y de calidad, la mayor parte de ellos los traen desde allí: perretxikos (variedad de setas de temporada del norte), alubias potxas de Navarra, pimientos verdes de Gernika, antxoas de Santoña, entre muchos otros. Su carta se elabora en función de los productos de temporada, por ello suelen cambiarla unas 3 o 4 veces al año.
Latxaska Etxea es un sitio en el que cualquier vasco se sentirá como en casa, por los productos, por ese olor que nos transporta a las cocinas de allí, por su decoración en la que a través de distintos elementos -la baldosa mítica de Bilbao, el pañuelo de la última Aste Nagusia (semana grande)- te sientes un poquito más allí, más cerca del norte, de casa. Pero esto no solo le ocurre a los vascos, todos y sin distinción, irremediablemente, se sentirán como en casa; por ese olor, ese fuego a la brasa y ese mimo al cocinar.
Si vas no puedes dejar de probar sus hamburguesas cocinadas a la brasa (carne de Kobe, de buey o vegana), la ensalada de jamón de pato ahumado con foie y una esferificación de café Piazza D’Oro, sus kokotxas de bacalao al pil-pil, las antxoas con pimientos asados a la brasa y cebollino, o su pantxineta (postre típico del Pais Vasco).
Latxaska Etxea es el bar donde tomarte el pintxo-pote los jueves (cerveza más pintxo), donde degustar productos de temporada a un módico precio o donde desayunar un mollete de jamón o pintxito de tortilla junto con un auténtico y aromático café Piazza D’Oro. En definitiva, es uno de esos restaurantes donde miman mucho su materia prima, y eso se nota.
Horario: lunes a sábado de 8am a 00pm. Domingo de 12:30 am a 17:30 pm.
Menú del día: 13,50€. Carta: 30-40€
Texto y Fotos: Aitziber Redondo