A orillas del río Ebro, entre fresnos y chopos, asoma Le Pastis. Empezó siendo un quiosco con terraza donde tomar cañas y refrescos, pero sus actuales propietarios han sabido convertirlo en un lugar donde disfrutar de platos elaborados y exquisitos. Además, con personalidad y mucho arte, han creado un espacio con encanto, buen ambiente y ritmo. Ellos son Yann Leto y Cecilia del Val, una auténtica pareja de artistas, y no es un decir. La obra de Yann ha viajado por todo el mundo y en la última edición de ARCO triunfó con Congress Topless, su instalación más provocadora. Cecilia experimenta con imágenes y conceptos en su trabajo como fotógrafa. Además, le apasionan los muebles antiguos y es responsable de la decoración en Le Pastis.
La parte cubierta es un espacio a dos aguas inundado de luz natural, con ladrillo cara vista pintado en blanco y un papel de pared con motivos vegetales que aporta frescura y alegría. El mobiliario es diverso; algunas piezas son vintage recuperadas, encontradas en mercadillos y traídas desde Francia. Otras, de diseño y fabricación propia, están hechas con hierro y madera sin tratar. En el exterior, el entorno se lleva todo el protagonismo: árboles frondosos, el río con su murmullo y las vistas al Puente de Hierro y al casco histórico, ahí es nada. Por la noche, tiras de bombillas de colores saltan de árbol en árbol creando un ambiente íntimo y acogedor.
La nueva temporada 2014 se inauguró el pasado 5 abril con nuevo chef: Justo San Nicolás. Tras trabajar en las mejores cocinas de Zaragoza, ha dado una vuelta a la carta de Le Pastis mezclando productos de la tierra con toques hindús y asiáticos; un menú sin fronteras. En su cocina lo importante es que el género sea de buena calidad y aprovechar los productos de temporada. Crea sus propias salsas y vinagretas, que dan sabor especial a cada uno de sus platos.
Sentados en la terraza y recibiendo cual lagartos el primer sol primaveral, apetece cañita y aperitivo. Las papas bravas son el éxito a la hora del vermú. Patatas cocidas con un último toque de freidora y una salsa brava casera de las de mojar pan. Si sois fans de la ensalada caprese, la elegiréis como primero en Le Pastis. El tomate viene de Calatayud, la burrata directa de Italia y están perfectamente ligados con aceite de albahaca. Como plato principal, la especialidad es el atún; en tataki –marinado en aceite y soja y presentado sobre una pizarra donde contrastan el rojo del atún y el morado de la salsa de remolacha– o en tartar –sobre cama de guacamole y picadillo de tomate, arreglado sólo con sal gorda, aceite y una pizca de soja–. Ambos buscan el sabor a atún auténtico y huyen del exceso de aliño, lo cual se agradece y se disfruta.
Entre semana ofrecen una fórmula del día compuesta por dos platos y, en fin de semana, un menú de tres platos. En la carta encontramos también un apetecible cochinillo con salsa de fruta de la pasión, tres variedades de crêpes y bandeja de sushi que, la verdad, no es fácil de encontrar en la capital aragonesa. Un montón de buenas razones para cruzar el Ebro y comer, cenar o tomar copas en Le Pastis.
Le Pastis
Precio: Fórmula del día 10 €, en fin de semana 16 €. Carta 22 €
Paseo de la Ribera, Zaragoza
Horario: lunes 17-01h, martes a jueves: 11-01h, viernes y sábado: 11-03h, domingo: 11h- 00h
Texto: Inés Garp
Fotos: Marcos Cebrián