La pastelería Lisboa nos permite a los europeos del sur sentirnos como en casa a dos pasos de Notting Hill.
Bullicio, pasteles frescos a un precio más que razonable para los estándares de Londres y una pequeña terraza en la acera que en los días de sol sabe a gloria son las tres claves de la Lisboa.
Esta pastelería es popular entre los vecinos del barrio y es raro visitarla e irse de allí sin oír portugués entre la clientela, lo que según muchos es un indicador de la autenticidad y verdadero carácter luso de la cafetería.
La decoración es básica, con banderas portuguesas colgando del techo, paredes cubiertas de azulejos y mesas de mármol, podría ser la cafetería de barrio de debajo de tu casa en Madrid, en Atenas o en Roma.
El ambiente es bullicioso, sobre todo los sábados por la mañana, cuando muchos aprovechan y se desvían del mercadillo de Notting Hill para hacer una parada en este humilde local en el que un café y un pastel te cuesta menos de tres libras, algo insólito en la zona.
Encontrar mesa es difícil porque nadie te mete prisa para levantarte y las tertulias suelen estar animadas tiempo después del último sorbo de café.
La producción diaria garantiza que los pasteles son frescos. Los más célebres y por los que la gente peregrina hasta la Lisboa son, como no podía ser de otra manera, los pastéis de nata. Un delicioso dulce, representativo de la ciudad de Lisboa, que tiene una corteza de masa de hojaldre y está rellena de crema de huevos, con una textura similar a las natillas. El pastel cabe en la palma de la mano y comer uno solo posiblemente no sea una opción. El precio invita a dejarse llevar y probar varios pasteles sin sentirse (económicamente) culpable. Lo beneficioso que eso sea para la salud es cuestión aparte.
Además de pastéis de nata, también tienen palmeras, bolos de arroz, de naranja, de coco, queijadas, fatias de cenoura, bombocado, todo tipo de pasteles de crema similares a las milhojas, cruasanes, magdalenas, éclairs o bollos daneses entre otros.
Los sibaritas del café pueden sentirse decepcionados, el café es un café sin artificios, como el café que se puede encontrar en cualquier cafetería española. Tienen las opciones habituales, latte, mocha, capuccino, espresso, chocolate.
Asimismo, si los pasteles no son suficientes para saciar el hambre, también tienen sándwiches. Los hay de jamón, queso, chorizo y también de huevo y mayonesa, de huevo y bacon, de jamón de Parma, de pollo, de atún y de cerdo.
La Lisboa es un negocio familiar que ha sabido mantener su carácter portugués a lo largo de los años.
Lisboa Patisserie
57 Golborne Road
Londres, W10 5NR
Horario: de 07.30 a 19.30
Precio: entre 4 y 10 euros
Texto y fotos: Mónica R. Goya