De madre asturiana y padre napolitano, Flor reina su pequeño restaurante con cariño, impregnándolo con personalidad y puro carácter argentino. Lleva 24 años dedicándose a esto y se ve de lejos que disfruta con el trato y cuidado al cliente.
Perdido entre una de las diminutas calles del Raval, este local engancha por su atmósfera cálida y acogedora. Tras una puerta de madera vestida con cortinas blancas se encuentra el comedor de una gran amante del barrio, de la ciudad barcelonesa y, ante todo, de la buena comida. Cocina mediterránea y de mercado elaborada con producto fresco y de temporada.
Exigente consigo misma y con el equipo del que se rodea, Flor mantiene una coherencia en el concepto y la carta desde el inicio hasta el final. Una carta corta, fácil, divertida y hecha a mano que, con solo leerla, revela el mimo hacia el comensal. Es ella misma la que se acercará para contarnos las recomendaciones fuera de carta y con qué vino es mejor maridar cualquiera de los platos. Dentro, en la cocina, Nicolas y Giovanni se encargan dar presencia, textura y sabor a las ideas de Flor.
¿La mejor opción? Adentrarse, tomar asiento y dejarse aconsejar por esta argentina llena de pasión y vitalidad. Para los impacientes, aquí van un par de pistas. El queso de búfalo italiano stracciatella es el símbolo de la casa. El auténtico sinónimo de “menos es más”. Y el tartar de buey cortado a cuchillo o la oreja de elefante es la mejor opción para los amantes de la carne. Los que se decanten por el mar, los mejillones son una auténtica adicción.
Producto, música, oferta y espacio cambiante.
Calle Carretas, 18, Barcelona.
Abierto de miércoles a lunes de 20.00 a 02.00.
Teléfono 934433853
Texto y fotos: Marta Parera.