Raquel y su novia Raquel se fueron de viaje a Italia para, entre otras cosas, pensar un nombre apropiado para su restaurante. Comieron muy bien y aprendieron mucho, pero no, allí no lo encontraron, y fue cuando volvían, que una le dijo a la otra «¿y López?» «No, López no. Pero ¿por qué no López & López?» Una pizzería, en medio del barrio de Lavapiés, con una pizza de boquerones y vermú… ¿Qué otro nombre más castizo puede tener?
Y así se abrieron las puertas de su tercer exitoso negocio. Yo misma he seguido los pasos de Raquel, desde Malasaña, con la Antigua Huevería (dejaron de hacer huevos rotos para pasarse al “casual food” con el traspaso), hasta instalarse en Lavapiés, donde se enamoró de un pequeño local con el que llegar para quedarse, La Antigua Taquería, la cual ahora es la hermana mayor de López&López, una hermana vital, ya que comparten calle, pared y media cocina.
López & López no es una pizzería cualquiera. Para empezar, son muy exigentes con la calidad de sus ingredientes y elaboraciones. Raquel, apasionada por la cocina pero sobretodo por el buen comer, decidió formarse en la elaboración de la pizza romana con Jesús Marquina, cinco veces nombrado mejor pizzaiolo del mundo, para luego encerrarse dos meses en el local, antes de abrir, para encontrar la elaboración de su masa perfecta. Y es así, porque creedme que la masa tiene sello de la casa; una larga fermentación, fina, pero no demasiado, que le da una solidez sin hacerla pesada. Es sana, es crujiente, y lo que más agradecemos, no da nada de sed.
Todos los ingredientes son de mercado o importados de Italia, con denominación de origen, y la carta pinta indecisa, con multitud de proposiciones arriesgadas, sabrosas y divertidas. Como mencionaba al principio, en López & López pueden presumir de tener una pizza con boquerones y patatas chips y que esté realmente buena, así como heredar de su hermana la Antigua Taqueria la pizza de aguachiles, con base de frijol casero, gambas, ají y cebolla.
Os chivamos nuestras favoritas. Espaldilla asada, con mozarella, tomate Passata, pimiento verde, cebolla morada y rúcula. Y Conferencia, con pera de esa clase, gorgonzola, próvola ahumada, nueces y orégano calabrés. Con aceite picante se convierte en la mejor.
Hace poco han incorporado postres sencillos a la carta, una tarta negra, de Guinness y chocolate, y un clásico tiramisú, imprescindible dejar hueco.
Raquel no puede parar quieta y somos testigos de ello, cuando entramos al local, nos comenta que está experimentando una nueva pizza para la carta. Al rato, sale de cocina para recorrer las mesas con ella en la mano y dejar que sean los mismos clientes los que la prueben y opinen. Vuelve rápido a cocina y toma notas, nos dice que mañana probará nuevas cosas. Ay Raquel, no sabemos que estarás haciendo ahora mismo, pero seguro que algo andas tramando.
Calle de Cabestreros, 2, 28012 Madrid
Horario: lunes y martes cerrado al mediodía. Todas las noches abierto.
Teléfono: 910 29 99 26
Texto: Lucía Gomez Meca
Fotos: Borja G.