Parece que fue ayer cuando emprendimos un viaje sin retorno –por lo menos en nuestras mentes y nuestro paladar– por el tan preciado sudeste asiático. Ese gran desconocido, territorio de emperadores, sonrisas, imperios caídos y no tan caídos, leyendas milenarias y bocados tan auténticos como callejeros.
Barcelona no deja de crecer en un apartado gastronómico que cuenta con pinceladas de aquí y de allá. Un lienzo en blanco con bocados asiáticos, aderezos de una cocina internacional que oleada tras oleada llena las calles barcelonesas de nuevos templos orientales.
Nuestra perdición recae sobre el fondo de un suculento Ramen, en la masa de una delicada gyoza o entre dos palillos en la base de un Wok de verduras. Delicias asiáticas en cada uno de nuestros restaurantes orientales favoritos.
Escondido en la calle Minerva, entre el gentío de una zona famosa por el apogeo de empresas y empresarios, encontramos este pequeño pasadizo al corazón de Seúl. Un verdadero descubrimiento para apasionados como nosotros, ilustres viandantes de un extenso mundo gastronómico que recorre una cocina tan preciada como la coreana.
Una cocina que se rige por un hilo conductor, esa bandera coreana sustenta en forma de Bibimbap. Insignia de su cocina, nosotros lo pedimos siempre de ternera. Un éxodo mochilero por una Corea profunda.
Modu, un armonioso refugio que sostiene los cimientos de una ancestral cocina coreana bajo un apacible lema: ¡Todo junto!
Foto: Kathrin Behrens
Un “suculento” concepto gastronómico basado en la piedra angular de toda cocina nipona: el Ramen. Y es que ya son tres los locales que regenta este grupo dispar de amigos. Mark y Ross, dos chicos irlandeses, junto con Robert, original de Estocolmo y experto cocinero; alentados por su pasión hacia la cocina japonesa crearon hace más de tres años lo que, desde entonces, se ha convertido en su pequeño templo culinario.
Su nombre, culto a la cultura Samurai, hace referencia a la cantidad de arroz que se le ofrecía a estos guerreros milenarios para sobrevivir un año. Nosotros visitamos su sótano del Koku Kitchen Buns, un pequeño escondite que lleva abierto poco más de un año y que se ha convertido en nuestro lugar de Ramen favorito. Aquí cuentan con una cocina central amplia desde la que abastecen al resto de locales; y una mayor variedad de Ramen.
Nuestro escondite favorito para saborear uno de los mejores Ramen de Barcelona.
Foto: Anel González
Fabiola Lairet, chef ejecutiva y socia, abrió, junto a su marido, este templo gastronómico en el centro de Barcelona. Un concurrido lugar que combina a la perfección tradición e influencia. En sus platos podemos ver esa marcada historia nipona junto con toques de su Caracas natal.
Robata es sin duda uno de los restaurantes más exclusivos de la ciudad condal en el que poder disfrutar de un viaje gastronómico a Japón sin abandonar la mesa. Su estilo delicado, una decoración bien cuidada y un servicio impecable ayudan a lograr que la experiencia sea máxima.
Como su nombre indica, Robata está especializado en la cocina a la brasa. Nosotros nos dejamos sorprender por una de sus muchas interpretaciones y probamos nuestro roll mix favorito que combina el Unicornio y el Frisky. Mitad dulce y mitad picante.
Sin duda, un viaje gastronómico que vale la pena experimentar. ¿Sushi?, Robata.
Foto: Anel González
Su dueño Gilles Brown – o Jazz como le llama todo el mundo – gran admirador de Asia quiso con el Mosquito acercar a la gente de Barcelona sabores de Vietnam, China y Corea. Este conocido restaurante especializado en tapas asiáticas crea adicción a todo el que va, visible en sus largas colas día tras día.
No podíamos hacer un especial de bocados asiáticos y no incluir este templo culto a una gastronomía “everywhere”. Una combinación de sabores, texturas y platos que nos llevan de la mano por el sudeste asiático con delicias tan típicas como sus dumping o su sopa de fideos vietnamita Pho. Un caldo elaborado a base de trozos de carne, cebolla, hojas de coriandro, lima, menta y brotes de soja. Una auténtica delicia capaz de curar todos los males.
Escondido entre Mallorca y Provenza, en el 204 de la calle Calabria encontramos una taberna japonesa de lo más peculiar. Única en su especie, Melrose Dumpling House combina la gastronomía oriental y el western en un solo espacio.
El sosegado ambiente tan característico de este pequeño escondite, su preciada cocina y la cercanía de Masa -dueño y cocinero- lo convierte en uno de nuestros locales asiáticos favoritos de Barcelona. Un espacio singular donde disfrutar de un buen abanico de gyozas, la especialidad de Melrose Dumpling.
Foto: Ricard Raventos
Texto: Alejandro Moneva
Foto de portada: MODU – Kathrin Behrens