¿Acaso no se te ha congelado el cerebro al darle una cucharada a un helado bien frío? Esa sensación contrapuesta entre dolor y satisfacción; un delicado placer que a día de hoy sigue transportándonos a nuestra niñez.
A nosotros nos encanta quedarnos embobados mirando los diferentes colores y texturas tratando de decidir cual de ellos escoger. Un niño mayor que aprecia un buen helado artesanal, de esas elaboraciones únicas y siempre diferentes al resto.
En Barcelona aún podemos encontrar maestros artesanos que cuidan y miman su producto con elaboraciones sabrosas y cremosas a base de materia prima de temporada. Topicazo o no, los helados son nuestra perdición; así que ahí van nuestras cinco heladerías favoritas de Barcelona.
Si alguien entiende e interpreta la filosofía heladera a la perfección, ese es Massimo. Maestro artesano italiano, original de la provincia de Torino, asentado en Barcelona y al cargo de esta clásica heladería del Eixample de Barcelona. Situada en un barrio con mucha afluencia es el lugar favorito de muchos.
Su manera de cuidar el producto, la manera de elaborar estos deliciosos helados diariamente, la materia primera de temporada… y sus prodigiosas manos contribuyen a lograr uno de los mejores helados de la ciudad condal.
Aquí te pierdes entre tanta creación y tanto sabor. Una sensación capaz de trasladarte a tu niñez, cuando un helado era sinónimo de gloria, de premio, de placer. Massimo a logrado retomar ese sentimiento y agrandarlo a un nivel artesanal superior.
Nosotros nos decantamos por su cono de helado de frambuesa y Gianduia. Un sabor que como nos cuenta Massimo, le representa. Chocolate con avellana originario de su región de Piamonte. Un helado cremoso y delicado que hace que nos derritamos por más.
Un carrito de helados aparcado en La Rambla de Barcelona propiedad de Jordi Roca, el menor de los hermanos Roca, y su esposa Ale Rivas. Un matrimonio apasionado por el dulce que hace ya más de un año que desembarco en la ciudad condal.
Una heladería moderna y cuidada con productos artesanos y helados Soft. Aquí, además, podréis encontrar una gran variedad de polos ambientados en las diferentes ciudades que albergan un local Rocambolesc.
Un emplazamiento situado en el Gran Teatre del Liceu que sigue la estética de las antiguas heladerías. Nosotros nos volvemos locos con su Helado Lactic a base de dulce de leche, confitura de guayaba y algodón de azúcar. ¡Una auténtica bomba!
Y para rematar degustamos su Panet caliente relleno de helado de manzana al horno. Un contraste entre frío y calor que se derrite en boca. ¡Uff… impresionante!
Esta heladería situada cerquita de la Plaza de la Catedral de Barcelona es especialista en helados artesanales con frutas tropicales. Una heladería al cargo de una pareja de venezolanos con mucha pasión por la elaboración de helados artesanales. Un oficio que aprendieron en tierras italianas y lo trasladaron a la ciudad condal en un pequeño espacio alegre y vistoso.
Esa pasión y amor por los helados se trasmite en cada uno de los vistosos helados que albergan fríos tras el escaparate. Todos coloridos elaborados a base de fruta fresca y de temporada. Nosotros, los más golosos, nos pedimos un cono de tres bolas. Una perfecta combinación de tres helados. Pi, a base de aguacate, plátano y naranja. Un sorbete de frambuesas naturales. Y, el tercero, un tres leches; un postre típico venezolano reconvertido en helado. Una secreta receta familiar de la cual están bien orgullosos. ¡Y, como para no estarlo!
Cuatro amigos procedentes de Santo Stefano al Mare, un pueblecito costero del sur de Italia, son los causantes de esta heladería artesanal. Un concepto que Mateo, Gianluca, Francesco y Marco decidieron exportar e instaurar en Barcelona.
Una heladería que abrió sus puertas en noviembre de 2016 en el tradicional barrio de Gracia. Aquí se trabaja con materia prima de calidad escogida minuciosamente por ellos mismos. Una producción mimada y cuidada de cada uno de los ingredientes que albergan sus helados y polos caseros.
Nosotros escogemos su Polo de pistacho elaborado sin huevo ni lactosa. Un helado bañado en chocolate negro con pepitas de pistacho por el exterior. Una deliciosa manera de endulzarte el día.
Si eres de los que come helado hasta en invierno, tienes que ir a conocer a Albert Roca y Nerea, ellos se definen como “heladictos” desde que eran pequeños y son los creadores de Sant Croi Gelats, ¿os suena de algo?. Efectivamente, son también los que están detrás de la pastelería Sant Croi by Albert Roca, la misma que ganó el premio del Mejor Croissant Artesano de Mantequilla de España por segunda vez en el año 2018 (merecidísimo, por cierto).
Gracias al paso de Albert por Espai Sucre durante más de dos años, tiene muy claro lo que busca y consigue en sus helados: sabor y textura. Y no nos sorprende que nada más abrir Sant Croi Gelats, hayan sido premiados con el Mejor Helado 2021 (Premio Arte Heladero). ¿Cómo lo han logrado? siguiendo fielmente su filosofía #delatierraalgelat (de la tierra al helado), siendo todos los ingredientes de sus amigos más cercanos que les proporcionan las hierbas aromáticas de km0 necesarias para conseguir en cada helado una personalidad diferenciadora.