No hace mucho, en una reunión con amigos, Ángel y Júlia se hicieron la pregunta de cuál era su producto gastronómico favorito. Ángel lo tuvo claro apostando por la Lúcuma, una deliciosa fruta peruana, en cambio Júlia apostó por el boniato, una de las féculas más populares en toda Sudamérica, allí denominado Camote.
A partir de esta anécdota, y después de trabajar durante muchos años en caterings y eventos peruanos, surgió la idea de montar Lúcuma y Camote, toda una declaración de intenciones para dar a conocer la rica cultura peruana a todo el mundo, con la clara orientación de volver a las raíces y orígenes de ésta característica y sabrosa cocina que bebe de la combinación del océano Pacífico y la naturaleza andina.
El eslogan principal con el que trabajan es Perú Mediterráneo un lema bien curioso que, conservando las tradiciones y preparaciones típicas de las casas de las abuelas peruanas, juegan a recrear esas clásicas recetas trabajando con el máximo de productos posibles provenientes del país latinoamericano, aunque también sumándole los productos mediterráneos. De esta manera, no solo quieren enfocarse al público peruano residente en nuestras tierras, sino que también quieren ampliar este concepto de cocina tan peculiar y especial a todo el público de Barcelona.
No está de menos hacer hincapié en la ubicación de Lúcuma y Camote, situado cerca Vila Olímpica y de la playa barcelonesa. La elección se hizo pensando en la procedencia del chef Ángel, originario de Trujillo y Huanchaco, municipios de costa norteña de Perú.
Además de restaurante, para los más fanáticos de esta gastronomía latina, podéis encontrar expuestos muchos de los productos que utilizan en su cocina disponibles para la compra particular, una oferta que anima a adentrarse en los platos peruanos desde la intimidad de nuestros hogares.
Algunos de los deliciosos manjares para empezar pueden ser las croquetas de quinoa, hechas con quinoa blanca, roja y negra. Haciendo alusión a la comida catalana han querido reinventar el típico boquerón con vinagre y cremoso de ají amarillo juntamente con pico de gallo.
No podía faltar el Tamal, conocido en todo Sudamérica y lo hacen siguiendo la receta de la bisabuela del chef y de allí, su nombre: Tamal de la Bisabuela Julia.
Una de sus variantes del típico ceviche es su ceviche nikkei corvina fusionando la cocina peruana y japonesa con cremoso de ají amarillo y salsa unagi, algo nada raro en un país donde la presencia de origen japonés es un fenómeno ya centenario. Algo muy característico de Lúcuma y Camote es su propia cevichería dónde cada comensal tiene la opción de crearse su propio ceviche escogiendo el tipo de pescado preferido para cada uno.
Una diferente y especial combinación de sabores la encontramos en el olluquito, un tubérculo clásico peruano muy ligero guisado por ellos y potenciado con menta, cilantro y ternera.
La chicha morada es una de las principales bebidas de Perú y por eso uno de sus postres estrella son las peras al horno con chicha morada y pisco.
Además, cada uno de los platos pueden adaptarse a diferentes tendencias culinarias como el veganismo y vegetarianismo, e incluso a los intolerantes al gluten o la lactosa.
Gracias a Lúcuma y Camote no tienes excusa para empezar a enseñar a tu paladar nuevos sabores latinos que también te acercarán a los mediterráneos, una excelente combinación.
Av. D’Icària, 132, local 2, 08005 Barcelona
Horario: abierto cada día de 13:00 a 23:00
Menú: 12,90€
Precio medio carta: 20-25€
Texto: Maria Acero
Fotógrafa: Alba Obradors