Restaurante Macchina Pasta

La ciudad condal se hace eco de la acentuada expansión de este particular templo de la pasta fresca italiana. Así es como Macchina Pasta crece abriendo en apenas un año tres nuevos restaurantes; el último de ellos se levanta en el cotizado número 1 de Parlament. Un deseado chaflán reconvertido en un bar de pasta italiana.

Su ostentoso color rojo llama la atención en el esquinazo de una de las calles más concurridas de la urbe. Una barriada gastro-adicta en donde Macchina Pasta suscita intensos sentimientos de pertenencia a esa tradición italiana que hace culto a toda mamma. Hasta su nombre es un guiño a todo hogar itálico en donde no puede faltar una máquina para hacer pasta casera.

Un local que saca pecho, orgulloso de contar con productos frescos de procedencia italiana en una cocina abierta al público en donde tú eres el chef. Una especie de formato take-away que nos recuerda a otras franquicias locales en donde tú mismo escoges que quieres y como lo quieres. Y es que aquí cuentan con todo tipo de pasta y salsas a gusto del consumidor.

Nosotros, atónitos por una decoración portentosa, nos adentramos en lo más profundo de Macchina Pasta incitados por Giacomo, corazón y alma de este local. Empujados por el aroma de su cocina, el vistoso panorama de productos y una recomendación excepcional; anotamos en la carta nuestras salsas preferidas al tiempo que observamos como no deja de caer pasta de su macchina.

Ya sentados, abrimos boca con una selección de tres salsas italianas acompañadas de pan tostado. Continuamos con una ensalada de burrata servida sobre una cama de rúcula, aceite balsámico y tomates cherry. El antipasto previo a nuestra pasta.

¡Pasta, venerado tesoro! Nosotros nos decidimos por sus gnocchi con pesto de albahaca. Un clásico que compartimos con unos fusili de huevo con una salsa de tomate, mozzarella, tomate cherry y rúcula. El punto y final lo ponen dos postres caseros, su panna cotta de arándanos y un tiramisú. Dos dulces adictivos que nos dejan con ganas de más. Nos vamos con el estómago lleno, la cartera agradecida y contando los días por volver a probar sus raviolis caseros.

Macchina Pasta, el hogar de la pasta en el barrio de Sant Antoni. ¿La pasta?, ¡como en casa!