¿Qué es lo que buscas cuando reservas en un restaurante? ¿Buena comida? ¿Buen ambiente? ¿Una decoración llamativa?. Maddock, un nuevo restaurante que ha abierto sus puertas en pleno Chamberí, ha conjugado todos estos factores para conseguir que una vez cruces el umbral de su puerta tu experiencia sea única. Porque no hay duda que un buen restaurante comienza por su cocina, pero se completa con el local y el servicio.
Maddock ha nacido de la idea de 4 amigos que querían montar un local diferente, que sorprendiera y donde además de disfrutar se comiese bien. Una vez encontrado el local perfecto para hacer realidad el restaurante que querían abrir, se lanzaron a convertir Maddock en un lugar único.
Este restaurante te conquistará a través de todos los sentidos. Por eso, si queremos hablar de Maddock tenemos que hacerlo de su interiorismo, de su cocina y de su ambiente.
Vamos a comenzar hablando de su decoración, uno de los puntos fuertes de Maddock y que más llama la atención. La bienvenida te la dan unas grandes macetas situadas en la entrada y que no pasan desapercibidas por nadie que pase por delante del restaurante. Una pequeña terraza, ideal para los fumadores, es la antesala del restaurante. El local, dividido en dos plantas, llama la atención pos su amplitud. Luz tenue para crear un ambiente íntimo, detalles étnicos que adornan las paredes y espejos colocados estratégicamente han conseguido convertir Maddock en un local llamativo y muy acogedor.
Sigamos con la comida, uno de los mayores atractivos para todo aquel que le guste disfrutar de una cocina basada en la tradición pero conjugando técnicas modernas para conseguir una gran intensidad de cada sabor. Su carta es muy sorprendente, en ella no encontrarás platos recurrentes como las recurridas croquetas o el tartar de salmón. Su oferta gastronómica es arriesgada conjugando propuestas actuales pero siempre aportando algún que otro matiz que lo hace diferente.
La cocina al carbón es su fuerte, de aquí salen platos tan llamativos como el T-Bone, el bacalao, la lubina o la hamburguesa. Todos ellos con un sabor muy identificativo. La tortilla con bogavante o el salmón flambeado con salsa teriyaki son algunas de las propuestas más demandadas. Pero quizá, uno de los platos que más está sorprendiendo y que no te dejará indiferente es la ensaladilla rusa: una presentación original llena de color y con notas cítricas marcan un plato que deja sin palabras a todo el que lo prueba.
Para terminar, Maddock ha conseguido crear un ambiente magnífico en su local convirtiéndolo en un lugar perfecto para tomar copas después de la comida.
Sin duda, Maddock es un restaurante camaleónico que se va adaptando a las diferentes horas del día para que, vayas cuando vayas, puedas disfrutar tanto de una buena comida sentado a la mesa como de unas copas entre amigos en la barra principal.
Paseo del General Martínez Campos, 26, 28010 Madrid
Horario: De lunes a domingo de 12:00 a 02:00 horas
Precio medio: 30€
Texto y fotos: Elena R. Feijoo