Cuando se mezcla disciplina y arte, las creaciones resultantes sólo pueden maravillar. Diseño, arquitectura, interiorismo, identidad de marca, trabajos editoriales… Marina Senabre trabaja mezclando proyectos de unos y otros campos, todos con nexos en común, todos capaces de hacer vibrar y emocionar. Proyectos en los que ella disfruta aportando todo su conocimiento, su esencia, su personalidad… Trabajos honestos que muestran la perfecta armonía entre forma y contenido. Le emocionan las cosas bellas y busca, siempre que es posible, trabajar con opciones naturales, modestas y sencillas. Marina es sensible, tiene un delicioso gusto por la estética, y su mundo encandila ¿Qué le hace vibrar con respecto a la comida?
Un restaurante
Mi restaurante favorito siempre varía con el tiempo. Depende mucho de la época, del descubrir ingredientes nuevos… Pero para ser “favorito”, siempre debe tener una opción vegetariana y una propuesta honesta, no me gusta que me “vendan la moto”. Ahora mismo, un lugar al que siempre vuelvo es el Dukala, un restaurante marroquí de Valencia. De Barcelona, para acertar seguro, Teresa Carles.
Un plato
La paella de invierno de mi padre con alcachofas y habas, y el plumcake de mi madre, receta de mi abuela. ¡Todo queda en casa!
Un ingrediente
El queso, me gusta mucho, ¡cualquier tipo! Últimamente también utilizo la cúrcuma para muchas cosas, en el caldo de verduras por ejemplo, le da un sabor muy rico y además le aporta color.
Un trago
Por la mañana zumo de naranja natural, té por la tarde y a parir de las 20h, vino tinto.
Si me invitaras a tu casa a cenar, ¿qué me cocinarías?
Seguro que para empezar prepararía un paté de zanahoria con cúrcuma y otro de remolacha. Después varios platitos para comer pocas cosas pero variadas. Una de esas opciones, sería seguro, un “plato de supervivencia” a base de cuscús con verduras “feas” (verduras que están a punto de tirarse porque se están poniendo malas).
Fotos: Lara López y Ampi Aristu