Mas Rabell

Como si de la película «Un paseo por las nubes» se tratara, este restaurante está ubicado en una Masía entre los viñedos del Penedés de Bodegas Torres. En este idílico lugar con encanto rústico, lo bonito no sólo luce en el exterior, pues si entras a comer, comprobarás que su Chef Sergi Millet está alabado por todo comensal que pasa.

Nos cuentan que la casa perteneció en su día a una curandera y que cuando se puso a la venta nadie quería comprarla. Corría la leyenda que quizá tenía un maleficio. Hasta que Miguel Torres, poco supersticioso, pero sí visionario, imaginó el futuro para el restaurante de su Bodega.

Y no se equivocó. Hoy en día, gracias a Sergi Millet, chef de Mas Rabell desde 2004, ha logrado realizar el restaurante familiar y acogedor que proyectó Miguel Torres antaño . Y no es casualidad, Sergi Millet se formó codo con codo con los mejores; «Bulli Catering» junto a Ferran Adrià, donde tuvo la oportunidad de pasar uno de sus periodos más creativos y aprender sobre las tendencias vanguardistas a nivel culinario. O junto a Oriol Balaguer, considerado actualmente el mejor chef de repostería estatal.

Tiene una cocina tradicional, mediterránea y de proximidad. La Masía cuenta con su propio huerto con producción ecológica e incluso los huevos los recogen de allí mismo con gallinas de una raza autóctona del Penedés. Una clara defensa de la próximidad y la sostenibilidad muy en la línea de las propuestas vinícolas de las Bodegas Torres, que desde 1975 ha practicado la viticultura ecológica.

Crema de puerros con bacalao, de coliflor con butifarra negra, de calabaza con langostinos o unas sencillas y ricas habitas salteadas son algunos de sus entrantes para dejar pasos a clásicos segundos como la carrillera con puré de apionabo, pluma ibérica con salsa de ciruela o espalda de cordero con patatas y salsa de vino tinto. Contundentes y deliciosos. Sergi trabaja cada plato de su carta junto a un grupo de sommeliers, por lo que siempre van acompañados con un vino a la altura de su bodega que marida a la perfección. Le continua una de nuestras tradiciones favoritas, el queso. Haciendo una selección de quesos D.O catalanes y finalizando con un postre, donde puedes notar la buena herencia de Oriol Balaguer. ¿Y qué mejor que acompañarlo de un Moscatel Oro Floralis?

Y como decíamos al principio, como si de la película se tratara, has dado un paseo por las nubes. Si algún maleficio tenía la casa era el de no querer volver a la ciudad.