Matute 12

El Barrio de Las Letras es uno de los mejores puntos de la ciudad para recrearse descubriendo los rincones de la historia literaria de Madrid. La gastronomía también se hace presente con varias tabernas y cervecerías que potencian el atractivo del barrio reuniendo a vecinos y turistas alrededor de una barra durante toda la semana. El panorama cambia cuando se trata de establecimientos que busquen innovar con platos modernos o que atraigan a un público que quiere salirse un poco de la ruta tradicional. Y el problema se agrava, aún más, cuando apetece tomar un buen copazo después de comer o al finalizar una larga jornada de trabajo. Tal panorama hizo que Mario Álvarez, Nacho Fresneda y Mario Martínez tomaran las riendas del asunto y decidieran abrir el restaurante y coctelería Matute 12 en uno de los pocos edificios modernistas de Madrid. Mario Álvarez y Nacho ya se habían atrevido con un punto de encuentro para los más modernos del barrio con Carbones 13, hasta que empezó a quedárseles pequeño y decidieron apostar por una extensión de lo que hasta ese momento era su casa. Todos los socios se autodenominan unos “apasionados de la gastronomía y la bebida” y su planteamiento para el nuevo local surgió alrededor de la idea de hacer algo que pasara su filtro de exigencias como consumidores.

Cuando pones un pie dentro de Matute 12 entras a un local de 400 metros cuadrados en los que encontrarás un restaurante con una carta “informal pero fina” que se hizo con la ayuda de los chicos del restaurante Triciclo. Para comer o cenar puedes optar a la Burrata de la Puglia con su aliño de tomates, Mejillones de roca con crema Matute, Ceviche de pulpo, rape y langostinos o una Sopa de cebolla con queso gratinado. Los domingos se acoplan a la demanda popular con un desayuno, lunch y merienda plagado de bagels, huevos benedictine, hamburguesas, tortitas y tartas, con la opción a tomarte una Mimosa con cava Moet & Chandon. Classy.

Su oferta de cocktails hará que empecéis a adorar (aún más) ese momento cuando sales del curro y lo único que te apetece es tomarte algo con los amigos, eso que últimamente se suele llamar afterwork. Cocktails como el Sake Mate hecho con mezcal, sake, hierbabuena, lima, pepino y azúcar; la Margarita de fresa y jalapeño o un Gin Tonic “sin ensalada”, divierten al paladar y amenizan la velada al ritmo de música funky, soul o disco que muchas veces viene de la mano de djs como Nacho Larache o Jesús Bombín.

¿Te apetece más intimidad? Baja las escaleras y descubrirás la cabina telefónica con puerta secreta incluida que te lleva a un reservado “para clientes que quieren algo más”.

Ahora sí, con Matute 12 hay por fin un hueco para que el público más cosmopolita del barrio puede reunirse.