Escondido entre Mallorca y Provenza, en el 204 de la calle Calabria encontramos una taberna japonesa de lo más peculiar. Única en su especie, Melrose Dumpling House combina la gastronomía oriental y el western en un solo espacio.
Su dueño Masahiro Ishizuka (Masa para los amigos) es un apasionado del lejano oeste, habiendo vivido una temporada en Los Ángeles se quedó tan impactado con la cultura americana que decidió hacerle un homenaje a su estilo. Masa viste sombrero de cowboy, botas con espuelas, y maneja dos espátulas cual pistolas sobre la plancha de acero donde cocina las gyozas. Es muy alto, y su presencia gravita sobre todo el local.
Él lo deja muy claro: “esto es un autoservicio, lo pone en la puerta, yo estoy solo así que los clientes tienen que venir a la barra a recoger su comida.” Comenta muy serio. “Prefiero trabajar solo, soy un perfeccionista. Mi mujer no quiere trabajar conmigo, soy un poco complicado” Añade sonriendo. Y eso se nota en la comida: el ramen de miso que tomamos calienta y reconforta, un sabor profundo y cremoso que satisface como pocos en Barcelona. Acompañamos el ramen con unas gyozas; la especialidad de la casa. Masa prepara hasta diez tipos diferentes. Probamos las de cordero y las de pulpo, ambas exquisitas, y nos quedamos con las ganas de probar las de langostino y vieiras, las de curry, anguila o las de judía roja. Hasta diez combinaciones muy poco comunes en el mundo de la gyoza, todas creadas por el propio Masa.
Cuando le preguntamos por su educación nos quedamos asombrados al descubrir que Masa es autodidacta. Aprendió comiendo y bebiendo en los mejores sitios. También es verdad que está rodeado de amigos cocineros según nos cuenta, incluso su hermano está al frente de otro gran restaurante, el Yoi Yoi Gion: especializado en noodles udon, el primo gordo de los noodles de ramen.
Para acompañar la comida, Masa nos pone un sake con aleta de pez globo; sí, el pez de los simpson que casi mata a Homer, pero tranquilos porque la aleta no es venenosa, solo el hígado. Nos lanzamos a probarlo: frío y suave, con un fondo marino que lo hace muy interesante, solo para paladares atrevidos. A un lado nos sirve sake normal en un vaso cuadrado que no debe levantarse de la barra, “bebe como los caballos” nos dice riendo.
El espacio en sí es muy sencillo, pero la poca decoración que tiene le da un toque kitsch muy divertido: los cuernos de venado sirven a su vez para colgar los abrigos, y en las paredes encontramos fotos de grandes actores y actrices de western. El ambiente, la comida y el buen rollo de Masa hacen de Melrose Dumpling House un sitio esencial en la escena Barcelonesa más alternativa.
Carrer de Calàbria, 204 Bis, 08029 Barcelona
932 80 93 67
Lunes – Sábado 13:30–15:30 y de 20:30–23:00
Texto y fotos: Ricard Raventos