Para los más curiosos de Barcelona, es ya conocida la calle Séneca, situada en la zona baja de Gracia, esta calle ha dado lugar en los últimos años a pequeñas firmas locales de moda, estudios de diseño, galerías de arte y restaurantes como el Fan Shoronpo, una delícia para los amantes de los noodles. La sorpresa fue descubrir la calle Minerva, una pequeña callecita que sale de Séneca y que da nombre al Café Minerva.
Conocemos la encantadora pareja formada por Jordi y Nina, quienes hace solamente tres meses empezaron esta aventura que es abrir un restaurante. Jordi viene del mundo de la restauración y tiene algo claro: apuesta por la calidad. Nina es la responsable de la reforma y la decoración del local, que, aunque pequeño, es muy cálido y acogedor. Cuentan que se especializan en desayunos y comidas para los días entre semana. Una propuesta ideal para la zona, ya que a las horas de la comida, el restaurante se vuelve un pequeño oasis para todos aquellos que trabajan en los alrededores y que, una vez han probado los boles de Jordi (sí, el cocinero también se llama Jordi) vuelven a por más. Promueven la opción take away, y es que, muy cerquita, hay una plaza idílica en la que ir a comer en un día soleado. Apuestan por una carta escueta pero con platos completos, nutrientes y sabrosos. Las especialidades son los boles, los hay en tres variedades, thai, pibil y hawaiano, y las burguers, vegana y pibil, nada que ver con una burguer corriente.
El bol hawaiano es un plato que enamora. Sobre una base de arroz de sushi, encontramos salmón marinado, aguacate, edamame, pepino, sésamo y germinados. Y por si fuera poco, ofrecen la opción de incluir huevas de trucha. Como dice Jordi, “es como comer un maki gigante”. Acompañamos la comida con lo que probablemente sea lo más cool del local, y es que tienen su cerveza propia, una Indian Pale Ale llamada Minerva, suave y afrutada.
Como buenos amantes de la comida healthy, todos los productos están elegidos al detalle, e incluyen ingredientes locales y eco, y opciones para personas con intolerancias.
Llega el momento de la despedida y lo hace dulcemente, con un mousse crudivegano de coco y chocolate que sorprende a la par por su sabor y su ligereza. Acabada la comida, se afirma que el Café Minerva es uno de esos lugares en los que todo está hecho con mimo, un break necesario en un día de ajetreo.
Café Minerva
Horario: De lunes a viernes de8.30h a 16.30h
Precio medio: 12 €
Texto y Fotos: Alba Duque